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Del Síntoma al Bienestar


Antes los psicólogos raramente dedicaban tiempo a valorar emociones
positivas como la alegría o el placer, salvo como un medio para establecer
la ausencia de depresión o sentimientos negativos. El trabajo de la profesora Barbara Fredrickson lo cambió todo. Las emociones negativas impiden que la gente se concentre en resolver el problema en cuestión. Por
ejemplo, la reacción de lucha o huida te impulsa a buscar una solución
rápida, ya sea quedarte y pelear o bien correr para salvar la vida. Las
emociones negativas hacen que te cierres en banda y que dirijas la atención
hacia adentro. La teoría de ampliar y construir propuesta por Fredrickson
dice que las emociones positivas no solo revelan la presencia de
bienestar, sino que tienen el efecto de conducir a un bienestar incluso
mayor y un florecimiento humano.
Cuando una persona se encuentra en un estado emocional positivo, generalmente tiene una perspectiva más amplia del problema y de sus soluciones (es más creativa y flexible en sus respuestas) y, como resultado, construye un acervo más grande de recursos sociales, emocionales e
intelectuales que le serán beneficiosos, incluso en la adversidad. Esa persona tiene más interés, genera un abanico más amplio de opciones, analiza esas opciones de manera más exhaustiva y generalmente las desarrolla mucho más. De ahí los términos ampliar y construir.
Así pues, las emociones positivas están directamente relacionadas con el
éxito en la resolución de problemas y la construcción de recursos. Además,
las emociones positivas contribuyen al desarrollo de redes interpersonales
más extensas, mejor salud y más éxito en general. Por tanto, te conviene esforzarte para tener emociones y experiencias más positivas.
¡Adelante, tú ya sabes lo que quieres! A continuación te damos algunas
ideas. A lo largo de estos espacios encontrarás mucha más información sobre el aprendizaje de experimentar emociones positivas.


Encontrar la felicidad
A la gente se le da muy bien calibrar lo felices que están en un momento
concreto. Sin embargo, les cuesta más predecir qué las hará felices, cómo
será de intenso ese sentimiento y cuánto durará. Posiblemente esa sea la
razón de que tantas personas se aferren a la creencia de que las posesiones
materiales les proporcionarán felicidad. Aunque la mayoría de los habitantes de los países occidentales tienen ahora un nivel de vida mucho
más alto que anteriormente, su grado de felicidad no ha aumentado en los
últimos cincuenta años. Esto se conoce como paradoja de Easterbrook, y
se menciona por primera vez en el libro de Gregg Easterbrook titulado
The Progress Paradox: How Life Gets Better While People Feel Worse (‘La
paradoja del progreso: cómo la vida mejora mientras la gente se siente peor’). Easterbrook argumenta que las personas son negativas de por sí, y
por eso tienen que esforzarse para adoptar una actitud positiva y encontrar
un sentido a la vida con el fin último de ser verdaderamente felices.
A lo largo del libro nos referiremos en numerosas ocasiones a las cosas
que de verdad nos hacen felices y aumentan nuestro bienestar.


Experimentar placer y disfrute


El placer es uno de los caminos hacia la felicidad. El placer es la sensación
agradable que resulta de satisfacer necesidades básicas como el hambre,
la sed, el deseo sexual y la comodidad física. Dedica unos momentos a
pensar en sensaciones muy placenteras y en lo feliz que te hacen. Imagina
que estás a punto de comer tu plato favorito. ¿Puedes verlo y olerlo? ¿Te
imaginas a ti mismo saboreando el primer bocado? Seguro que recuerdas
esa sensación de placer. Por unos instantes, te sientes incluso feliz. Ahora
imagínate comiendo otros diez platos de lo mismo. ¿Cómo te sientes?
Probablemente te estremezcas solo de pensarlo.
El placer no consiste en el exceso. Consiste más bien en disfrutar de todo
lo que hagas. Llevamos una existencia ajetreada, pasamos de una cosa a
otra precipitadamente y a menudo no nos tomamos el tiempo de saborear
las experiencias, disfrutarlas y extraer de ellas el máximo placer. Si piensas
en lo que más placer te ha proporcionado en tu vida, quizá te sorprendas
de lo triviales o insignificantes que pueden llegar a ser esos momentos:
una sonrisa, un gracias, un pequeño halago. Con esto no queremos
dar a entender que las personas deberían llevar una existencia espartana
o puritana, sino que es importante percatarse de todos los pequeños
placeres conducen a una felicidad duradera.
A veces tenemos tanto trabajo o estamos tan agobiados por nuestros
problemas y obligaciones que pasamos por alto la necesidad de abandonarnos a algunos placeres. Tómate un poco de tiempo para incorporar el placer a tu vida cotidiana, ya sea bebiendo un delicioso café o perdiéndote en un libro que te guste mucho. Disfruta de la experiencia.
Por muy agradables que sean esos placeres, no contribuyen a la felicidad
y al bienestar tanto como el gozo que resulta de tomar parte en algo más activo y, quizá, más exigente.

Obtener gratificación
Ver satisfechos tus deseos puede ser algo fantástico, pero la naturaleza
humana es algo perversa. La posibilidad de retrasar la gratificación (esforzarte por algo cuando quizá tardes mucho tiempo en ver resultados) puede ayudarte a tener más éxito y a estar más satisfecho con la vida. Recibir una recompensa sin haber hecho nada para merecerla puede parecer tremendamente atractivo, pero en realidad te hace sentir como un niño desvalido. Para ser realmente feliz es importante experimentar el placer del momento, pero también que nos esforcemos para obtener una gratificación futura.
La actitud frente a las posesiones materiales es una de las formas en que
la sociedad ha cambiado en tan solo una o dos generaciones. Las personas
que vivieron la Gran Depresión o la segunda guerra mundial (o, en
España, la guerra civil) estaban acostumbradas a cierta austeridad. Sus
hijos lo tuvieron más fácil, pero igualmente tuvieron que trabajar para
conseguir algunos lujos. Hoy en día, en cambio, estamos inmersos en una
cultura que fomenta la gratificación instantánea. Se han concedido créditos
a muchas personas que luego no pudieron devolverlos, pero que tampoco
habían sido educadas para trabajar y ahorrar hasta que pudieran
pagar lo que deseaban. ¿Quieres un coche nuevo, un sofá, un bolso de
marca o cualquier otra cosa? ¡Consíguelo ya! El riesgo es que, si ese nuevo
objeto pierde su interés, la próxima vez tendremos que comprar algo
mejor (poner un parche más grande) para conseguir la misma emoción y
placer. Esto es lo que se llama estabilidad hedonista: la ley de los rendimientos decrecientes significa que cada vez tienes que esforzarte más
para alcanzar el mismo nivel de satisfacción, de manera que la insatisfacción es un resultado más probable.

Una Sorpresa en cada Rincón

Ese espacio estará por los próximos jueves para compartir ejercicios de la Psicología Positiva Aplicada.

  1. El sentido del humor

La alegría y la risa forman parte de tu vida cotidiana. Te ayudan cuando es necesario afrontar situaciones tensas o complicadas y con ellas rebajas la tensión.

La risa se contagia
Objetivo : Cambiar nuestro estado emocional a uno más alegre.
Descripción : Elige una película que sea alegre y divertida o que contenga escenas
que fomenten ver el lado divertido de lo que ocurre.
Un ejemplo puede ser la película “Nuestro último verano en Escocia”
dirigida por Andy Hamilton (2014) que relata la historia de
una familia cuyos padres están a punto de divorciarse, a pesar de
lo conflictivo de la situación consigue hacernos reír con los comentarios
de los diferentes personajes que crean un choque distinto a
lo que tradicionalmente está “bien visto” decir en determinadas
situaciones.
Si es posible recomendamos poder verla acompañado y tras ello
comentar las escenas e intentar relacionarlas con situaciones de
nuestra propia vida. De esta forma tomamos distancia y minimizamos
la intensidad de la emoción negativa que haya podido suscitar
esa situación.
Conclusiones
Cuando nos encontramos bajos de ánimo, ver ejemplos de personas
que tienen la habilidad de encontrar el lado divertido es una
fuente de aprendizaje (modelado). Además nos permite tener espacios
de respiro en los que liberarnos de tensión.

Tiempo : Duración de la película y espacio sin tiempo para comentarios. 😉

Pacha Pulai


Nos encontramos el próximo jueves !