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La Prosperidad según algunas fuentes espirituales

Existen otras definiciones milenarias que pueden ayudarnos a enriquecer el concepto de prosperidad. Los sabios estudiosos de la Cábala y el Antiguo Testamento acostumbraban preguntarse y explicar acerca de la riqueza: >> Quién es rico ? – El que se contenta con lo que tiene”. De esta manera, intentaban transmitir una enseñanza valiosa sobre la importancia de que una persona esté en paz, consigo misma, más allá de sus cuentas bancarias, propiedades y vínculos. Acorde a esta explicación, la persona realmente feliz es aquella que puede llegar  a estar en armonía con ella misma, conforme y tranquila con lo que posee sin envidiar ni fijándose lo que tienen los demás, y sin correr todo el tiempo detrás de lo que no tiene. Si bien esta definición resulta difícil de aplicar en los tiempos modernos del marketing y publicidad, donde somos bombardeados continuamente por mensajes para que sintamos necesidades que no son tales, lo cierto es que trabajar la aceptación y la gratitud puede ser una forma potente de conectarnos con lo abundante que hay en nosotros.

Al respecto, es interesante traer otra explicación del Tania, uno de los libros de la Cábala Jasídica, el cual explica que la persona está constantemente tratando de pensar cómo conseguir todo lo que desea, en lugar de esforzarse en vivir y disfrutar todo lo que obtuvo. parte del concepto integral de escasez implica el sentirnos insatisfechos, como si tuviésemos una voz interior que nos está exigiendo permanentemente una zanahoria que se nos niega. El problema en estos casos es que nunca la agarramos, ya que siempre se mueve hacia un lugar distinto y ello puede generarnos ansiedad, tensión y estrés. Solo observa en tu propia vida, ¿Cómo te sientes al respecto de tu situación actual ?  ¿Eres consciente de lo que has logrado en tu vida ? ¿Te detienes a mirar y valorar todo lo que ya posees y has logrado en tu vida ? ¿O estás esperando conseguir ciertos bienes, dinero o propiedades para sentirte contento y satisfecho?

Es importante comprender que el Tania no aboga por el conformismo y resignación que muchas veces nos llevan a una existencia mediocre y limitada. Por el contrario, enfatiza la necesidad de detenernos en la carrera frenética en la que podemos estar inmersos y simplemente reconocer lo que ya tenemos, aquello que hemos logrado a partir de nuestro esfuerzo. en nuestra sociedad occidental actual, cada vez más resulta común encontrar personas tensas y preocupadas en lograr sus metas. Todo eso aumenta los niveles de insatisfacción, estrés y ansiedad relacionados a la búsqueda de una posición económica estable. Bajo la excusa de ganar más dinero, la persona, la persona puede embarcarse en un proceso que le genere infelicidad e insatisfacción.

Prosperidad materialista

Habitualmente estamos acostumbrados a creer que una persona próspera  es aquella que tiene una profesión, negocio, bienes o una empresa que le genera dinero suficiente para disponer de un cómodo estilo de vida. En nuestra sociedad materialista, percibimos que el hecho de contar con mucho dinero nos vuelve individuos prósperos a los ojos del mundo externo. Un porcentaje importante del mundo occidental percibe y considera que el mundo físico, tangible y material es lo real e importante, y que nuestras satisfacciones y gratificaciones provendrán de aquello que nos rodea y que podemos adquirir con nuestro dinero. Al respecto el materialismo es definido como una doctrina según la cual la única realidad es la materia y cuya tendencia es dar importancia primordial a los intereses materiales. Desde este enfoque, una persona próspera es aquella que tiene éxito en alcanzar el dinero como único medio para obtener la felicidad.

Millones de personas siguen, a su propio ritmo, esta creencia generalizada en la cual el éxito es sinónimo de dinero y posesiones materiales. Pero .. ¿son realmente felices ? ¿Se sienten contentas y satisfechas con el estilo de vida que privilegia únicamente el logro material? En la práctica cotidiana cuanto más absorta está la persona en la búsqueda material, menos tiempo puede dedicar a trabajar su persona y ello puede repercutir negativamente en su bienestar emocional. A menos que sea consciente de sus necesidades emocionales, espirituales, físicas, y además sea metódica y organizada, difícilmente destinará una porción de su tiempo al desarrollo integral de su persona. He podido comprobar esta aseveración en el diálogo y tratamiento de muchos pacientes. Algunos de ellos son profesionales y empresarios exitosos que me confesaron que durante gran parte de su vida dedicaron sus esfuerzos a generar dinero, pero ello no los convirtió en personas más felices. Muchos de ellos reconocían sentir satisfacción y orgullo por sus logros materiales y eran conscientes de cómo los beneficiaba en algunos aspectos de su vida. Pero también admitían que al no haber invertido la misma dedicación en trabajar su persona, su nivel de salud, bienestar psicológico y calidad de sus vínculo humanos, sentían cierto nivel de insatisfacción, vacío afectivo y un sabor amargo en la boca que les sugería que existía algo más que lo material alcanzado. Muchos de estos pacientes al comenzar con el tratamiento se encontraban con dificultades internas que les impedían disfrutar de sus vidas y vincularse armónicamente con su entorno social. También se sentían desorientados y con deseos de acceder a un estado de mayor plenitud que por alguna razón no lograban encontrar en su prosperidad material.

Por ello, es interesante reflexionar al respecto: ¿ te sientes satisfecho con tu situación económica actual? ¿Qué sucede con aquellas necesidades que van más allá del dinero ? ¿Obtener el dinero que precisas para vivir, te proporciona bienestar, paz y tranquilidad?

Nos encontramos el miércoles que viene ! 🙂