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Misión y funcionamiento del primer chakra
El chakra radical nos une con el mundo físico. Dirige las energías cósmicas en el plano corpóreo terrenal, mientras simultáneamente la energía de la tierra fluye a través suyo hacia dentro del sistema energético no material.
Aquí tomamos contacto con el espíritu de la madre Tierra», experimentamos su fuerza elemental, su amor y su paciencia.
Las necesidades fundamentales de la vida y la supervivencia, tanto individuales como globales, en este planeta caen dentro del ámbito de acción del primer chakra.
Él «si» a la vida en la tierra, a la existencia física, y la disposición de actuar en armonía con la energía de la Tierra y aprender de ella son dones de un primer chakra abierto.
Así el chakra radical está asignado al elemento tierra, su color es el rojo de la energía y la actividad, del núcleo más intimo de nuestro planeta. Nos dá la seguridad terráquea y el «suelo seguro» bajo los pies, sobre el que podemos construir nuestra vida, y simultáneamente nos provee de la energía necesaria para la actividad creadora en el mundo. Además, nos proporciona la fuerza para imponernos y la constancia o perseverancia.
La construcción de una existencia, el aseguramiento material y la «conservación de la propia especie» mediante la fundación de una familia también entran dentro del ámbito de acción del primer chakra, al igual que la sexualidad como función corporal y como medio para la procreación.
El chakra radical forma el fundamento más importante de la vida y la fuente de la energía vital para los chakras superiores. Aquí estamos unidos con la reserva de energía inagotable de la energía Kundalini. En él arrancan también los tres canales principales, Sushumna, Ida y Pingala. A semejanza de nuestro corazón en el cuerpo físico, el chakra basal es el punto central de nuestro sistema de circulación de la energía no material. Además, es donde se asienta el subconsciente colectivo, a cuyo conocimiento memorizado tenemos acceso aquí. Debería estar compensado con el séptimo chakra, para mantener el equilibrio interior del hombre.
Funcionamiento armónico
Cuando tu chakra radical está abierto y funciona armónicamente, experimentas una profunda y personal unión con la Tierra y sus criaturas, una fuerza vital no enturbiada, un estar basado en ti mismo y en la vida, la satisfacción, la estabilidad y la fortaleza interior. Te sientes inmerso en el ciclo natural de la vida, en la alternancia del reposo y la actividad, de la muerte y del nuevo nacimiento. Tus acciones son llevadas por el deseo de participar creativamente en la configuración de la vida en tu planeta madre, en consonancia con la fuerza generadora de la tierra, con la vida en la naturaleza. Te resulta fácil realizar tus objetivos en el mundo. Tu vida es llevada por una imperturbable confianza original. Vives la tierra como un lugar seguro en el que recibes todo cuanto necesitas: dedicación, alimento, seguridad y protección. Así te abres pleno de confianza a la vida en esta tierra y aceptas agradecido todo cuanto ella tiene dispuesto para ti.
Funcionamiento inarmónico
Cuando existe una acentuación unilateral o disfunción del chakra radical, tu pensamiento y tu acción da vueltas predominantemente en torno a la posesión y la seguridad materiales, así como en torno a los estímulos y placeres sensoriales, como, por ejemplo: la buena comida, las bebidas alcohólicas, el sexo, etcétera. Todo cuanto ansías querrías asimilarlo sin pensar en las consecuencias. Al mismo tiempo puede resultarte difícil dar y recibir con franqueza. Tienes la tendencia a protegerte y delimitarte. Con no poca frecuencia el no poder desprenderse y el querer retener se manifiesta en el plano corporal en forma de estreñimiento y sobrepeso.
Tu actuar está predominantemente dirigido a la satisfacción sólo de tus propias necesidades. Y soslayas, o pasas por alto inconscientemente, las necesidades que tienen los demás y tu propio cuerpo de una alimentación más sana y moderada, reposo suficiente y una forma de vida equilibrada y armónica.
En el caso extremo, te aferras a determinadas ideas y ambiciones de las que no puedes desprenderte. Cuando tus fijaciones son desafiadas por las circunstancias o por otras personas, reaccionas excitándote y enojándote con facilidad. Y en situaciones extremas, también de forma iracunda y agresiva. La imposición violenta de los propios deseos e ideas cae asimismo dentro del ámbito de un chakra radical trastornado.
La ira, el enojo y la violencia son en último término mecanismos de defensa que apuntan a una carencia de confianza original. Detrás está siempre la angustia de perder algo o incluso de no recibir algo, que te transmite seguridad y bienestar.
La Tierra es para ti un lugar que debe ser dominado y explotado, para garantizar la supervivencia del hombre. Así, la rapiña que hoy día se ejerce con las fuerzas de la Tierra, y la destrucción de su equilibrio natural, son síntomas de una alteración del chakra radical en la mayoría de los hombres actuales.
Hipofunción
Con un chakra radical bloqueado o cerrado, tu constitución corporal es bastante débil y posees poca capacidad de resistencia física y anímica. Muchas cosas de la vida te preocupan, y conoces demasiado bien los sentimientos de inseguridad. Posiblemente también tienes el sentimiento de no pisar tierra firme, te sientes como «elevado» o «no presente». No te resulta fácil arreglártelas con los desafíos de la vida, y careces con frecuencia de capacidad para imponerte, así como de estabilidad. De modo que con frecuencia la vida sobre esta Tierra te parece como una carga y no como una alegría. Casi siempre añoras una vida que sea más fácil, más agradable y menos exigente.
En caso de que hayas desarrollado unilateralmente tus chakras superiores, una hipofunción del chakra radical puede transmitirte el sentimiento de no pertenecer muy bien a esta Tierra. Dado que sólo difícilmente puedes captar la energía vital elemental de la tierra a través de tu chakra radical, se produce (en ocasiones en combinación con bloqueos del chakra sacro y del chakra del plexo solar) en algunos casos una magrosis (anorexia), una reacción de huida. Sin embargo seguirás viéndote enfrentado con los problemas de la «vida terrenal» hasta que hayas aprendido a aceptarlos como hitos de una evolución integral.

En la antigüedad, ser testigo de un arco iris era un gran regalo que representa un símbolo de buena suerte y abundancia. Incluso hoy en día, en muchas culturas, representa una presencia divina.

Como todos sabemos, un arco iris tiene siete colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Pero, en realidad, dentro de su luz, hay entre 280 y 740 tonos, sin incluir los colores obtenidos si añadimos negro o blanco. Los colores que perciben cada uno están estrechamente relacionadas con la forma en que percibimos el mundo. También depende de qué tan conectados estamos en nuestro sentido de la vista y el número de células que tenemos en nuestras retinas. Cuando estamos distraídos y no vemos un arco iris que aparece ante nosotros, echamos de menos un momento de belleza y bendición.

Eso es vida. Cuando vivimos en el momento con la conciencia, la vida se convierte en una gran aventura; un arco iris lleno de experiencias que podemos disfrutar; y los retos que nos permiten crecer y abrir el corazón al amor y ser amado.

El amor no es blanco o negro o gris, es un arco iris con un gran número de matices que nos invita a relaciones de experiencia y la sexualidad con mayores posibilidades y a todo su potencial.

Nuestros colores primarios se crean sobre la base de nuestros valores, integridad y nuestros gustos. En nuestras relaciones, combinamos estos colores de diferentes maneras. Algunas combinaciones nos permiten experimentar la sensualidad y el poder. En otros podríamos conectar en un nivel emocional, el corazón o la espiritualidad. A veces, si tenemos mucha suerte, nos conectamos con la misma persona con todo lo anterior. Estas combinaciones nos dan experiencias que amplían nuestro amor y crear más consciencia.

En las relaciones, el amor es la búsqueda continua de lo que ya está dentro de nosotros. Simplemente tenemos que recordar: somos amor. El amor es la energía conectiva de nuestra alma, de la unión que tenemos con la tierra, de nuestra fuerza vital. Es lo que hacemos para ser aceptado y validado. Cada experiencia que tenemos desde un punto de amor es única, nos dá la oportunidad de crecer, aprender, perdonar, dejar ir, apoyo, sanar y celebrar.

Las grandes historias de amor comienzan en la mente, en nuestra imaginación, y en las fantasías. Durante años, creamos escenarios donde la perfección, la idea de felices para siempre y el romance se convierten en nuestra expectativa de lo que debería ser el amor. Películas, canciones románticas, los matrimonios de nuestros padres y abuelos, han inspirado a todos nosotros a soñar con tener esto por nosotros mismos, incluso si estas aspiraciones no coinciden con nuestros verdaderos deseos.

Si somos conscientes y podemos dejar de lado estas percepciones, podremos relacionarnos de diferentes maneras, sin repetir los mismos errores y la misma dinámica.

 

Qué hacer con el amor y el desamor? Ellos siempre van a estar en nuestra vida. El truco es saber cómo transformar estos últimos en algo más evolucionado, con el fin de verlo como un regalo y una experiencia de aprendizaje. De esta manera, elevamos nuestro nivel de conciencia y llegar a estar plenos en el amor.

 

El amor es una energía abundante que fluye de una manera infinita. El verdadero amor es parte de nuestra esencia y lo que somos. Es la energía más poderosa de la vida. El amor es incondicional; nos dejamos fluir con el momento y no creamos planes con las expectativas crea nuestra imaginación.

Hemos crecido con las ideas muy limitados sobre el amor. En la mayoría de los casos, hemos aprendido unos de nuestros padres, y todavía estamos condicionados por las creencias que nos impone la sociedad y la religión. Lo que no entendemos es que nuestra capacidad de amar va más allá de todas esas creencias.

¿Hay otras maneras de amar y relacionarse? ¿Estamos utilizando nuestra plena capacidad para el amor? ¿Cómo podemos aprender a interactuar con los demás de una manera diferente?

Los invito a abrir su mente, expandir su corazón y permitirme compartir con ustedes esta Conferencia que dictaré este 28 de junio y los conceptos que abordaremos.

Es una oportunidad para desenmascarar los miedos, limitaciones, la ira, la rabia, los celos, la tristeza y de culpa de todos estos aspectos de su sombra que se esconden dentro de ti y bloquear sus emociones. Tomar conciencia de ellos; incorporarlos a su bienestar. Esta es la única manera de dejarlos ir y crear más espacio para la magia, el amor divino y energías en tu interior.

Te llenarás de gozo y armonía y abrirás tu corazón cada día más para amar desde tu verdad. Durante estos domingos y la Conferencia final que dictaré al término de cada Chakra, podrás percibir las emociones que llegan a ti, identificar en qué momento sientes contracción o expansión en tu cuerpo, si hay calor o frío, cosquilleo, mareos, aburrimiento o falta de enfoque. Qué pensamientos podrás observar : Criticas ? Juzgas ? Sientes incomodidad, o lo disfrutas ?

De manera paralela, crea un diario en el que plasmes todas las sensaciones que tendrás a lo largo de todos estos meses con cada chakra, pues las emociones nos dicen todo de nosotros mismos. Serán lecciones muy valiosas para tu crecimiento personal. Al llegar al final, sabrás como aplicarlas a tu vida. En tus manos tienes la oportunidad de transformarlas para vivir en plenitud, tu amor, tus relaciones y tu sexualidad.

¿Estás listo para el viaje ?

Los espero el próximo domingo y el 28 de junio en la Conferencia presencial que dictaré por zoom al final de casa mes con el Chakra que corresponda y sus abordajes correspondientes.

Gracias !

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