¿Qué ha ocurrido con nuestros cuerpos ?

Todos descansábamos en la necesidad de predecirlo todo, en las causas que siempre producían el mismo efecto, en la perpetua obligación de no dudar para poder tumbarnos en la efectividad de lo programado. Sin embargo sucedió que el destino nos sorprendió y lo inesperado se presentó. Este imprevisto doblegó la aparente seguridad de lo proyectado y una misteriosa lógica desmoronó lo previsible. En ese instante, entre la comodidad de lo conocido y lo incómodo de lo ignorado, surgió el movimiento …

Habíamos encarnado el perfil de un personaje de ficción .. unos desconocidos para nosotros mismos. Fugitivos de nuestra propia esencia. No nos atrevemos a conectar con nuestro cuerpo para dejar pasar emociones genuinas y vivimos cansados por el esfuerzo de tener que seguir escondiéndonos de ellas.. el temor de habitar otro universo, distinto del que nos sujeta.

¿Una existencia que nos ha conducido a estar como si fuéramos otro, o a andar sin advertir nuestra presencia ?

Has notado que al momento de comunicarte con el otro hablas por hablar dejando las frases por la mitad para saltar de un tema a otro, haces por hacer? como dándote cuerda a cada instante para que ese resto de energía última no se agote?

Tal vez has sentido todo esto, sin embargo, sigues como hipnotizado, por una inercia que no te permite detener la prisa interna. Si esto sucede, es posible que vivas por fuera de tu cuerpo y, aún más, si, en este momento, lo estás identificando, puedes quedarte tranquilo, porque existe un potencial que está allí, que es parte de ti y que tal vez no registres. Ese potencial está en tu cuerpo, es tuyo, y para activarlo solo es necesario darle espacio a la quietud, escucharlo y palparlo. Lo encontrarás cuando logres percibir tu presencia, la sensación de estar en el mundo, de poder existir contigo y de identificar en qué instantes vuelves a vivir por fuera de esa presencia que, en definitiva, es vivir por fuera de tu cuerpo.

Volvamos a ese momento cuando hablabas como una máquina, cuando gesticulabas como accionado por un motor, atrapado por fuerzas externas que tomaban posesión de tus sentidos sin advertir aquello que estabas diciendo y sin percepción de ti mismo. Imagina que, en uno de esos suspiros de cansancio, te detienes y respiras advirtiendo el aquí y ahora. El registro de ese momento pasa por el corazón, y en ese instante aparecen ciertos detalles. Son las sensaciones. Cosquilleos, escalofríos, latidos acelerados, Son las voces del cuerpo.

Quiero dedicar este espacio y momento a la maravillosa Adriana ( Nana) Schnake Silva, reconocida terapeuta chilena, ex profesora de Psiquiatría de la Universidad de Chile, Médica Clínica, Presidenta Honoraria de la Asociación Gestáltica de Buenos Aires y Córdoba, miembro de honor de la Asociación Española de Terapia Gestáltica.

Goethe era contrario a dividir los fenómenos en una parte objetiva y otra subjetiva: temía que la naturaleza fuese destruída por la avalancha de la ciencia técnica. Su intento no tuvo ninguna influencia en su tiempo. Ahora, que conocemos el curso que ha seguido la ciencia y sus consecuencias en la salud del hombre y del planeta mismo, estamos en condiciones de comprender los temores de Goethe mejor que sus coetáneos y podemos percibir esperanzados propuestas integradoras como la de ésta magnífica mujer.

Me maravilló observar la dedicación y el cuidado que ponía para alcanzar, junto con el paciente, un diagnóstico preciso; resultó ser apendicitis. Pero mayor fue mi admiración al ver como, aún tratándose de una patología tradicionalmente quirúrgica, continuaba el trabajo sin perder de vista el relato, los gestos, la historia y los afectos de esa persona triste y amedrentada. Esa persona, con todo lo que era, siempre estaba allí presente. Nunca el diagnóstico se sobrepuso al individuo, logrando con esto un proceso de integración en el que el hombre y su apéndice se completaron el uno con el otro. Y como por milagro, un ser cada vez más entero, cada vez más lleno de vida, fue surgiendo ante los ojos de todos.

Mientras la medicina, limitada a los síntomas y a la enfermedad, continúa buscando remedios ( es decir, medios para retrotraer al enfermo a su estado anterior ), esta médica no se aparta de su visión holística. Permanece permeable a todas las corrientes de pensamiento que abonan esta redefinición de la salud, y así, en su comprensión de la persona que padece, están presentes desde Heidegger hasta Bohm y desde la poseía hasta la física más reciente.

Desde allí, nos muestra que no solo debemos abandonar la idea de curación como un volver a un estado anterior, sino que aún si lo lográramos , estaríamos desperdiciando la maravillosa oportunidad que nos ofrece la enfermedad para cambiar, para completarnos, para crecer, para ser más humanos, más armónicos con nosotros y con el mundo que nos rodea. En suma, para ser más felices.

Expreso como terapeuta de los Diálogos con el Cuerpo mi eterna gratitud a quienes me ayudaron a aprender esta maravillosa terapia gestáltica, mis pacientes .. dedico este comienzo virtual especialmente a Guillermo, quien con su cáncer de esófago se jugó a que hiciéramos el Diálogo online y resultó magnífico, revelador y sanador .. Gracias Guille !! por ayudarme a animarme a ésta preciosa aventura .. Gracias a tu generosidad y confianza podremos colaborar con muchas personas que se encuentran lejos .. pero juntos y unidos al fin ..

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