Sobre la Naturaleza de lo Normal
¿Eres normal, o piensas que lo eres? No necesariamente. ¿Eres normal si otras personas piensan que lo eres? No necesariamente. Así que cómo le haces para
saber si eres normal? Con suerte, y si eres normal, no estarás pensando si eres normal. Si no eres normal, con suerte sí lo eres, y si piensas que eres normal,
probablemente no lo seas. Todo parece así tan Catch-22. ¿Acaso la normalidad se puede determinar?
EL COMPORTAMIENTO: SÓLO UNA PARTE DE SER NORMAL
Debemos deshacernos de la noción de lo “normal” y lo “neurótico”, pues describen únicamente el comportamiento. Éste es sólo una parte de ello. La
psicología no debe ser la ciencia del comportamiento o el estudio de las apariencias: sería como decir que la navegación y la oceanografía se deben estudiar en las puntas de los icebergs. Si la oceanografía estuviera confinada al estudio de los icebergs, habría mucho más barcos destrozados alrededor; y si continuamos considerando que la psicología es “la ciencia de la conducta”, habrá muchos más humanos hundiéndose alrededor.
DETERMINANDO LO QUE ES NORMAL
¿Hay algo que se pueda señalar como prueba de que uno es normal? ¿La gente puede hacer cosas normales? ¿Existe una escala de medida que indique cuando
has dicho algo normal? Cada uno de nosotros es diferente y, por tanto, lo que para uno es normal no necesariamente es normal para el otro. Los estándares son
individuales, sólo puedes hacer lo que es normal para ti.
Lo que sucede generalmente es que el promedio se calcula con base en un conjunto, y a eso le llaman “normal”; las desviaciones de la norma son, por
tanto, anormales. Pero ser promedio no es lo mismo que ser normal. Los diseñadores de las pruebas psicológicas pueden no estar de acuerdo, dado que
están entre aquellos que toman las respuestas a ciertas preguntas del grupo, y deciden lo que es normal promediando los resultados.
Normal significa que todos los sistemas están funcionando como se previó que lo hicieran. Una presión sanguínea normal puede estar en 110/70. Alguien
con una presión sanguínea de 180/110 no es normal. Conocemos esto de forma empírica porque una presión consistentemente alta, conduce tanto a una
enfermedad como a un ataque. Pero ahora volvamos a nuestra primera contradicción: ¿el promedio de la presión sanguínea es normal? Puede serlo la
presión sanguínea de la población general de la que se extrajeron las muestras.
Similarmente, en nuestros estudios de la temperatura corporal hemos encontrado que durante un periodo en la terapia primal, hubo una caída consistente en la
temperatura corporal de alrededor de un grado. Había muchas personas cuya norma, después de la terapia, estaba abajo del estándar 98.6. Los viejos promedios ya no eran válidos. No reflejaban lo normal.
EL CONTEXTO DE LO NORMAL
Lo que era normal para el grupo en terapia, cambió, y ese cambio ocurrió sólo después de que tratamos de remover un cierto nivel de dolor en los sistemas.
“¿Lloras a menudo?”, es una pregunta diseñada para medir la neurosis en las pruebas psicológicas. La mayoría de las personas no lloran con frecuencia. La norma, por tanto, es “no”. Pero supongamos que descubrimos, como lo hemos hecho, que la gente normal tiene un fácil acceso a sus lágrimas y que eso se ha
establecido en su cultura, tanto como el comportamiento de retenerlas, lo que en realidad no es normal. En el momento de nacer, la mayoría de nosotros
estábamos inmersos en el dolor, de modo que pensamos que esa peculiar desviación es normal. Llegamos al mundo de ese modo. Nuestro comportamiento está diseñado por nuestra cultura, y esa cultura determina qué comportamiento es normal. Ir a la escuela y sentarse en las clases durante muchas horas diarias, por ejemplo, es un comportamiento que se considera
“Bien ajustado y normal”. No ir a la escuela se considera anormal. Cuando un niño no se quiere sentar durante seis horas diarias, se cree que hay algo malo en
él, pues no se puede pensar lo contrario, es decir, que se trata de un niño normal.
La neurosis está destinada a que nos sintamos cómodos y normales. Cuando la neurosis funciona, nos sentimos normales, cuando no funciona nos sentimos
anormales. Nos aproximamos a la normalidad teniendo acceso a nosotros (y a nuestro dolor), aunque comenzamos a sentirnos anormales y mucha gente viene
a la psicoterapia para sentirse mejor, con el fin de sentir que es normal al recuperar su neurosis, que nos lleva a ser el mismo ser normal de nuevo.