¿Porqué extraña razón, cada cual parece estar dirigido por un “designio escondido” o específicos “deseos” de lo más variopinto, y toda su vida se halla condicionada por inercias obligadas: O se siente atraído por determinada actividad y no por otra, o determinadas dotes para tal o cual cosa, hasta el punto de acomodar o sublimar su vida, aniquilarla o convertirla en un guión de “obrade teatro”, en cuya representación se entrega el alma hasta la enfermedad, o hasta el mismísimo delirio del más agónico de los sufrimientos?
Si desapareciese por un momento el compuesto “tiempo”, (que solo funcionará como una ilusión dentro de un mundo de ilusiones), nos resultaría sorprendente comprobar cómo esta ley se manifestaría de inmediato, estricta y rotunda, sin ningún tipo de pérdida o dilación
La línea argumental que une los acontecimientos que nos involucran, se pierde en un interminable carrusel de rituales