Duelo Resentido: Duelo Bloqueado
Estos “dolores inconscientes”, estamos viendo que acompañan la vida de las personas comunes de forma tan presencial como inoportuna para la mayoría, explicando muchas de las tendencias que van a conformar los itinerarios de toda la vida, actuando como fuerzas invisibles y siendo extensibles a las circunstancias de nuestras relaciones, nuestras dedicaciones o nuestras limitaciones en general, creando situaciones tan incómodas como recurrentes.
Estas improntas grabadas, representan un compendio a veces «tan potente en su necesidad de expresión», que conseguirán abocar la vida de hombres y mujeres a situaciones, a veces límite, sin que el portador de la información tenga la más mínima noción de lo que le está sucediendo. «Incluimos aquí el suicidio y a las enfermedades propias del transgeneracional».
Programas de carencia y precariedad, de celos e infidelidad, conflictos laborales, dependencia emocional, accidentes programados por fechas de aniversario…
Es lo que provoca también que vayamos directos a sufrir relaciones conflictivas, tormentosas o abusivas: generando la típica simbiosis “víctima-perpetrador”, donde ambos son al tiempo artífices sufridores.
Maltratadores y maltratados que formarán el compendio víctima y victimario al completo, desarrollado en las dos caras de una sola dualidad.
“La víctima sufre por ser verdugo de su situación y el verdugo por ser víctima de la suya”.
Estas “asignaciones”, también estarán detrás de toda tendencia sexual con carga represiva, repetitiva e impulsora de cualquier tipo de pensamientos considerados impuros, lascivos, vejatorios o depravados.
Tengamos en cuenta que, nosotros, —como seres puros que somos cuando venimos a este mundo—, durante el breve transcurso de nuestra vida, sería impensable llegar a desarrollar el suficiente nivel de intensidad requerido para engendrar estas improntas; máxime teniendo en cuenta que pueden aparecer a temprana edad de formas muy variadas, siendo ya el niño quien manifiesta, siente o vivencia, determinadas situaciones vinculadas en forma de abusos, violencia, rechazo o atracción fatal.
Los rechazos o “los ascos”, que una mujer siente de forma compulsiva sobre los hombres o el sexo durante su vida, y al contrario, vendrán precedidos de situaciones donde las relaciones en el matrimonio fueron vividas con animadversión, grandes cargas de rechazo; miedo, rabia, asco, o cualquier tipo de resentimiento acumulado tras largos años de incoherente dedicación.
Las circunstancias pueden ser muy variadas y habrán de ser identificadas vinculándose con casos de alcoholismo, infidelidades o celos, amenaza de infidelidad, exceso de hijos, invasión de territorio, etc.
Como vimos en el Libro 1 de la DQ, en estos matrimonios, de muchas formas, la violencia pudo estar percibiéndose o gestándose mientras se consideraba el sexo como una obligación, en muchos casos, un pecado en otros, o con gran represión en la mayoría, teniendo en cuenta la “castrante moral” imperante según la sociedad, la educación y las creencias de cada época.
Es decir, solo hablamos de formas de violencia, pues si nuestra voluntad va por un lado y nuestras acciones por otro, el inconsciente entenderá expresando lo que después conoceremos por “violación”.
Todas las animadversiones sobre el sexo contrario en general, proceden de la línea materna y de la información transgeneracional que se transmite desde la madre, pues recordemos que la información del clan es traspasada a través de la mujer, casi en su totalidad, y aunque este no es tema de este libro, baste decir que es la mujer la que porta la tabla cromosomática cerrada y perfecta, siendo todos los cromosomas de su portación, XX.
Esa variación del hombre en el cromosoma 23, manifiesta el contraste diferencial que hace que la retransmisión quede “susceptible de renovación”, pues esa “Y” representa una “puerta abierta para la transformación”.
Si todos los cromosomas fuesen en ambos sexos cerrados (XX), todo seguiría igual, generación tras generación, sin ninguna posibilidad de variación en la información, repitiéndose exactos los patrones de padres a hijos, como réplicas idénticas por los siglos de los siglos…
Esta es la base de la razón por la que en grandes territorios pertenecientes a este mundo, el apellido del hombre es el que antecede al de la mujer, cuestión en cierto modo contrapuesta con respecto a lo que ocurre en realidad, pues los hijos tendrán en el fondo mucho más, —en términos de información emocional—, de su madre que de su padre. Y aquí no valen los parecidos físicos ni las fijaciones con el padre, ya que el padre siempre estará vinculado con el estado oficial del arquetipo paterno con respecto a su madre, y con respecto a la madre de su
madre…
«Y con respecto a la madre de la madre de su madre».
Tanto es así, que se utilizó este recurso para dotar de una importancia «ficticia en la forma» a la línea paterna, causando una sensación de relevante importancia al hombre y a la supuesta información del hombre, asegurando de paso de alguna forma una ilusión de supremacía, siempre en aras de engordar los egos con fines de afirmar la posterior seguridad y abastecimiento de la crianza por parte del género masculino, biológicamente dispuesto al “servicio de la mujer”, «madre Dadora de Vida y primerísima encargada de la perpetuación de la Especie Humana en este plano de existencia».
Ya imaginamos que sin este requisito y algunos otros, “el padre”, jamás hubiese tenido la relevancia que se le atribuye en el mundo occidental.
Independientemente de los conocimientos y conclusiones recabados desde el estudio del árbol familiar, en este ejercicio/ritual-cuántico donde vamos a confrontar estas pulsiones, podremos equilibrar y percibir información oculta; lagunas de información y todo tipo de secretos, de primera mano, sobre aquellos aspectos que pudieron marcar improntas que inundan ahora nuestro psiquismo.
Nada será producto de nuestra imaginación en estos duelos, ya que nuestra imaginación responde a la información inconsciente que “nos maneja” desde umbrales considerados “sutiles” de nuestro inconsciente.
Después de recabar información precisa durante estos duelos sobre infidelidades, asesinatos encubiertos por la familia, relaciones incestuosas, abusos y cualquier tipo de secretos inesperados, ha resultado habitual corroborar la información punto por punto y de forma testimonial, bien por la madre, el padre o algún familiar cercano del operante tras conversaciones posteriores suscitadas por efecto de este ritual.
Se descubre que el abuelo era homosexual y tuvo relaciones secretas con hombres de manera “extraoficial”, o que no las tuvo por guardar la compostura hasta las últimas consecuencias.
Se descubre que la abuela fue prostituta durante una larga etapa de su vida, mientras la información del clan omitía por completo esta parte de la historia familiar.
Se descubren amantes, infidelidades silenciadas; sexo entre familiares…
Acceder a estos registros e intervenir a través de la Conciencia (en este tipo de situaciones vividas bajo presión y sin recursos efectivos para resolverse mientras se desarrollaron), desactiva aquello que tuvo una intención de «herencia biológica» (para mejora de la supervivencia), teniendo en cuenta que, en nuestra situación actual, su antiguo significado carece ya de todo sentido práctico para nuestra vida.
El inconsciente graba patrones para protegernos desde lo que se vivió con agravio o grandes dosis de desarmonía. Esto es una información que funciona de forma coherente en la biología, pudiendo salvar la vida de descendientes vinculados a un entorno común; un programa activo de “miedo al depredador”, consigue que las especies animales sobrevivan estando prevenidas por “codificación ancestral”.
«Si huyen ante el depredador, el programa activo ha cumplido su cometido».
En nuestra situación actual, programas adicionales tan poderosos como los preventivos pugnarán durante la vida de muchos, buscando el matrimonio cuando el programa activo supone huir del matrimonio, por ejemplo, o reclamando vida sexual sana cuando el programa activo es “tengo que protegerme del sexo porque simboliza suciedad o violencia”, o “solo disfruto del sexo fuera del matrimonio”, (porque si tengo sexo en el matrimonio sufriré; seré catalogada “puta o depravado” o sentiré asco…), razón por la cual las relaciones se adaptarán al “mal menor”, (por ejemplo rechazando el sexo en casa con el marido y buscándolo fuera, “aunque fuera me encontraré con situaciones de sexo
violento”) teniendo en cuenta la dislocación de estos programas de carácter biológico, desarrollándose en una sociedad hiper-programada, con todo tipo de aditivos que tienden a posicionarnos justo en el polo contrario de lo contenido.
Las posibilidades son prácticamente ilimitadas y, la mayoría de las veces, el inconsciente expresará en nuestras vidas, terca e insistentemente, precisamente aquello que se encuentra en máximo conflicto en nuestro interior.
Siempre usando el deseo como acicate para llevarnos a reparar las situaciones más variopintas e insospechadas…
Las prohibiciones asignadas como encargos del transgeneracional conformarán el motor de nuestros más fervientes deseos.
El inconsciente del clan encargará a una fémina de su progenie, por ejemplo, “no tener hijos para evitar la descendencia”, (programa de infertilidad) y esta se verá impelida a restaurar la orden buscando hijos a costa de cualquier recurso adicional, como la conocida inseminación artificial, por “antinatural” que esto nos pueda parecer.
Si además su nacimiento estuvo “fuera de lugar”, bien porque sus padres en realidad no querían tener hijos, bien porque era el momento más inapropiado y su información es de “hijo no deseado”, se tratará de reparar “deseando tener hijos”.
Así ocurre con las profesiones, los amores prohibidos y ese largo etcétera que abarca la complejidad de nuestros designios transgeneracionales.
Estos duelos han de servir para finiquitar estos lastres, que la mayoría de las veces funcionarán como órdenes inconscientes.
Es por esto razón crucial conocer previamente estos encargos al detalle, o bien suponerlos en caso de ausencias de información, observando nuestras pulsiones y relacionándolas con los eventos de nuestro transgeneracional.
La Integración del Duelo
Se trata entonces de finiquitar, a través de nuestro registro consciente/inconsciente y siendo nosotros los «“encargados-delegadosasignados” por nuestro transgeneracional» (de lo contrario no tendría sentido la lectura de este libro), de poner fin, en la medida de lo posible y hasta donde lleguemos en atención a nuestras posibilidades, o resistencias, a toda esa debacle de información enquistada y recurrente que, para nosotros carece ya de todo sentido, salvo que su sentido sea que encuentre “su fin” y entiéndase el término «fin», relativo en este caso a “sentido o finalidad”.
En cuanto nos disponemos a realizar este Gran Ritual de Transformación, una llamada virtual, como si de una “gran fiesta se tratase”, se expande en términos de información a todos nuestros ancestros, o a aquella información que conforma lo que podemos entender como «Inconsciente del Clan».
Son estas energías de los “difuntos de nuestro clan”, (a la hora de realizar estos duelos), las que sin embargo nos darán un empuje muy especial, pues si lo miramos desde el punto de vista de nuestra cognitiva habitual, “ya no-están vivos como tal”, (dentro de sus cuerpos físicos y sujetos a esta línea temporal), sino que su energía de información vive a través de nosotros, tratando “ciegamente”, de encontrar una solución “para sus propios conflictos”, ya carentes de todo significado desde nuestra percepción actual sobre los mismos.
Estamos hablando de esos conflictos que ahora solo viven a través de cada uno de nosotros, y que solo a través de nosotros podrán ser reconocidos, comprendidos, aceptados; integrados y trascendidos al fin, para dar descanso a todos aquellos que sufrieron, a veces “sin saber que sufrían”, que “durmieron sin saber que dormían”, o incluso que “murieron sin saber que morían”.
Realizar estos duelos supone rendir nuestro mejor Tributo y ultimar nuestro más encumbrado Homenaje, tanto a nosotros mismos como a los demás.
Hacer estos duelos supone entregar —Nuestro mejor regalo—: (Para con nosotros y para con nuestro clan), pues recordemos que «somos nuestro Clan». «Y si somos nuestro clan y nuestro clan se ha desbloqueado, nosotros nos habremos desbloqueado».
Los sufrimientos de antaño, las frustraciones, los deseos incumplidos, las faltas de atención, la desolación o el abandono; la pena y el drama, habrán encontrado por fin su “verdadero fin”, pues habrán adquirido ahora, a través de nosotros, su utilidad Real, ya que si “uno”; “Solo uno de nosotros Vive”, todos lo hacen a través de nosotros también.
Al fin sus vidas se habrán re-encontrado, o al menos direccionado hacia el encuentro con su sentido original, históricamente desgarrado de la realidad.
En este punto, transcribo un escrito perteneciente a un correo electrónico llegado a mi bandeja de entrada, por parte de una chica que realizó el proceso en consulta, —justo después de la realización de estos duelos—, pues por nutrido e interesante nos puede dar una referencia, de primera mano, sobre las sensaciones que pueden llegar a generarse en estos rituales frontales.
En absoluto sirva esto como modelo general, pues cada cual hace los duelos “a su manera” y las conclusiones personales sobre esta experiencia representan “un mundo propio de percepciones por descubrir”, dependiendo de cada caso en particular.
Aunque los nombres propios y los lugares han sido sustituidos por otros, el contenido del texto ha sido transcrito de forma literal.
Esta chica acude a consulta por un hijo con parálisis cerebral; producto de una saga familiar típica de gran toxicidad.
Se hace constar que este relato corresponde a informaciones recabadas únicamente a través de este trance ritual, o duelos (exclusivos de la Descodificación Cuántica), pues la persona que cuenta su experiencia prácticamente carecía de cualquier tipo de información sobre sus ancestros, más allá de las pinceladas veladas recabadas por la familia, en un ambiente de fuerte “represión cristiana”.
Conste también, que resultará natural por el momento la ausencia de una comprensión total sobre su escrito, sirviendo como adelanto de lo que, sin lugar a dudas, se irá comprendiendo a través de la lectura e integración progresiva de este libro.
Gracias multiplicadas a la persona que se tomó el tiempo de relatar sus sensaciones, pues son ahora en este libro de máxima utilidad:”
Recién respiro profundo para transmitirles los efectos resultantes de los duelos, aclarando que percibo solo una parte de todo lo que asumo, se mueve.
El sentimiento de soledad se ha ido. Al realizar cada duelo, al menos con ancestros, fue revelador el sentimiento de unidad y pude ver lo apartada que estaba de ellos, con cada corte y luz, en ellos vi la integración en mí o me hice una a ellos… Así que a modo de broma, cuando dediqué el tiempo para la realización de los duelos, le expresaba a Jacques, mi pareja: “Y yo, que me sentía totalmente sola, ¡Somos muchos en el clan!”. ¡Sí que tengo una graaaaan familia!
Al mirarlos, me conecté con lo que resistía a ver, y al aceptar mirarlos es mirarme y como resultado nos integramos, creo…
Los síntomas reflejos aparecieron pronto.
Las historias dignas de una novela mexicana de la época revolucionaria surgieron, la imaginación voló, locura pura, esta que me da sentido a la vida y mis re-sentires , ¡Uf!
Sí… ¡flui con las palabras fuertes!!!
Según el orden, después de mirar lo que asumo que es la sombra y al llegar a los agradecimientos, comprendí todas las emociones y el porqué de sus actuares como un conjunto; o de modo grueso en cada ancestro.
Los cortes: Vi estos vínculos algunos gruesos, algunos delgados, otros rígidos, otros casi colgantes y largos, otros que tenían una especie de telaraña agarrada a mí; más allá de un punto de agarre, cómo al cortar quedaran astillas como cuando quebramos una madera… También al lanzarlos al éter y mirar irse algunos no pasaban del techo (jajajajaja), unos se esparcían rápido; otros lentos, otros se hacían como fuegos artificiales, descomponiéndose en diminutas partículas hasta desintegrarse…
Con mis abuelos paternos y maternos, entiendo este puente de información fue intenso… Imaginé historias del tipo:
Mi bisabuelo paterno Fermín, era un alcohólico violento golpeador de mujeres, y sentí y vi como un día llegaba alcoholizado y le daba una paliza a la bisabuela Antonia, al punto la dejó que murió!!! Me asusté al pensar y sentir eso, pues venía a mi mente la palabra ¡Asesino!
¡Cobarde! Porque por eso huyó y abandono a sus hijos en otra ciudad literal a su suerte, y allí “desapareció”.
Sentí que él mismo deseaba su muerte por esta culpa. El Bisabuelo Clemente era mayor que la bisabuela y a ella la obligaron a casarse porque era la época de la revolución, (así estaría segura).
Sentí que él era una especie de comisario o hacendado, tipo capataz y obvio, la vida de ella fue violenta y solitaria, sin amor y por
obligación…
Al mismo tiempo sentí que este bisabuelo murió de un infarto y la bisabuela “Rita” conocida por todos así, pero de nombre Bonifacia, por eso enviudó y vivió como liberada de esto.
Esa muerte le trajo “paz”.
Mi abuelo Fermín y todos los hermanos sabían de lo sucedido con la madre y el padre y huyeron. Mi abuelo buscó irse aún más lejos de estos hermanos, viviendo con un matrimonio que lo adoptó, que pronto sentiría el precio de este, siendo llamado bastardo y despreciado; golpeado y abusado. Así que ya mayor él, alcohólico y golpeador de mi abuela; mujeriego, miserable y parásito, esperando que la abuela le hiciese todo, porque demandaba eso que le fue quitado, sentí que violaba a la abuela, que la engañaba y que vivía de ser parasito.
Paralelo a ello, la abuela soportando todo porque en su casa era lo mismo y al casarse pensó que cambiaría, se liberaría… Y fue a
encontrar lo mismo, así que no tuvo más que repetir lo ya conocido, es decir “lo normal” … ¡Qué intenso!!!!!!! Así entiendo que mi padre, “ante problemas” siempre me dice que “es normal que suframos”.
Mis abuelos maternos:
Con ellos fue más intenso, porque sentí y vi imágenes igual de nítidas que con los otros.
La historia va que, el bisabuelo, era sacerdote de la iglesia del Rocio — nombre de mi bisabuela materna—, (por ello las ayudas en documentos de iglesia y en apoyo económico a mi abuelo). Su madre, la bisabuela Amparo, limpiaba iglesias después de renunciar a su vida de prostituta, enamorada de Maximiliano, embarazada, vive en esa iglesia.
Mi abuelo Juan de dios y su hermano Sergio, conocedores de dicha historia, guardan el gran secreto. (Y todas las bodas de mis tías, al parecer, excepto mi mamá, son realizadas en la iglesia de calle secreto)…
Sentí que además, mi abuelo Juan de Dios fue violado por sacerdotes, más loco sentir que de su mismo padre, así que, el sentir igual que las abuelas. Él encontró el escape con la abuela Terencia y se casaron. Vi porqué mi abuelo Juan, tenía alzhéimer los últimos años de vida, pues la convivencia con Terencia fue de despreció y humillación. Abuela Terencia, ¡Uff! Con ella tuve mucha resistencia. Al momento de su turno me invadió un gran sueño y lo hice al otro día pensando que era cansancio, pero al comenzar con ella regresó la misma sensación muy intensa… Así que me resultaba difícil ver su sombra, tanto, que la única forma de verla y fluir fue mirarme a mí.
Apenas comencé a ver lo que repetía de mi abuela con mis hijos. (Cabe mencionar que fui madre golpeadora con vara por instrucción de la iglesia), y al hacerlo me veía y sentía como mi abuela.
Ahora sé que repetía como ella y en ese momento.. ¡Zas!, hice la conexión y vi una historia llena de secretos… Rocío queda embarazada por un familiar, un primo o tío, así que Rocío no quiere casarse con él. Enamorada de Jaime sin embargo ella acepta y se casan. La desheredan por esto y ellos cortan el lazo familiar para iniciar “algo nuevo”. Al tiempo Terencia crece y Jaime aparece alcohólico y violento; Abusa sexualmente de Terencia; Rocío lo sabe y por eso entiende por qué Terencia era la consentida de Jaime. Así mismo Terencia está enojada porque su madre lo sabe y odia a Jaime por ello… También, el resentir que tenía es que ella se enamora de un vecino, aunque en el duelo no siento esto; siento que uno de ellos abusaba de ella y Rocío recibía dinero por ello. Así con esta ira ella empuja a su hermano pequeño Jafir, y muere precipitado en el terreno de los vecinos franceses “por accidente”.
Y esto es algo profundo que, cuando yo “corregía a mis chicos” algo muy fuerte sentía en relación a hacer daño tal que, en las calles, sentía “empujar a los niños y que mueran en un accidente”. Allí, ¡apareció de nuevo la palabra asesina!, que repetí con más palabras fuertes, del estilo pinche vieja culera, cobarde cabrona, ojete cínica, psicópata de mierda! jajaja, ¡Uf! ya es un acto simbólico el decir todo esto jajaja. Lo repetí y grite tanto como en los otros duelos, hasta que se diluyo o
hasta no surgir la “necesidad de expresarlo”.
De igual forma, el que Terencia viera a Jaime morir, fue una “liberación” como tipo justicia… Igual al ver a su madre agonizar… Fue
como el pago “saldado” de su sufrimiento; las imágenes que aparecían eran las de su boda y así, percibí que ella no estaba de luto.
Así que frustrada vivió su matrimonio. Ella no quería hijos; por eso, con el mismo cuero que le pegaba Jaime a ella, ella les pegaba a mis tías… la vi reírse cínicamente y querer hacer daño.. Recordé vivencias infantiles, las pocas que viví, “siempre” algún nieto estaba o salía herido de su juego. Vi “su maldad”.
Su intención de herir físicamente, así como las humillaciones a mi abuelo. Uff… De ella entendí por qué me fue más difícil verla.
Cuando hice el corte, toda aquella ira encubierta que sentía sobre mis hijos se fue.
Esto me di cuenta porque al día siguiente, hicieron un “berrinche” y no sentí eso. ¡Ya no está! ¡Wow!
Vi como mi abuela vio morir a mi abuelo, y sentir la misma “liberación” que con su padre. ¡Fuerte…!!! Creo que fue simbólico. Vi como preparaba la fruta del desayuno, algo dulce deseando su muerte…
Y así como mis tías siguen atendiéndola, mi tía Consuelo limpiándole las heridas de diabetes… limpiando como la bisabuela Amparo…
Este correo se convertirá en una novela si sigo. Sentí estos robos, estos “permisos” de fraudes, porque habían intercambios de secretos a cambio, y bueno… “Mucho”.
¿Es así de intenso y profundo esto??
¿La realidad rebasa la ficción??
Esta aparente ficción, es la historia “oculta”, ¿Es así de real como la siento?
Mi madre me comento que ha estado meditando y se dio cuenta que mi abuela es una caprichosa, frustrada, etc. Porque mi madre después de dejar Colima, le llamo para ver como está, y resulta que, el viernes que hicimos la consulta con ustedes, se le rompieron dos puentes de las muelas y tuvo que ir al dentista.
El mismo viernes de la consulta, a las 12 de la noche, en el sanitario de mi hermano, el contenedor del váter
¡Se rompió a la mitad!
El sábado que llevábamos a mi mamá al aeropuerto nos contó mi cuñada que escucharon ese ruido, pensaron que era fuera de casa hasta que del baño comenzó a escaparse el agua… Y no entendían por qué se rompió, ¡Qué raro!
(Los departamentos donde viven son casi nuevos). ¡Uff! solo mire la foto y a la mitad del contenedor se partió… pensé:
Agua-emoción, contenedor de emociones de mierda… ¡Ufff! A día de hoy tengo síntomas, mi temperatura corporal esta elevada tipo febrícula… Me han dolido las articulaciones de rodillas, de manos, de espalda, de cuello… Un dolor intenso en colon que duro dos días y según recuerdo, el colon está relacionado con la toxicidad…
Mis músculos con dolor, como si hubiera realizado ejercicio de pesas…
Mucho cansancio físico, sueño, mucha sed, poca hambre. Dolor de senos y por ratos punzadas en los pezones y ovario derecho.
Todo esto ha disminuido, pero un día sí “descansé” porque estaba débil.
Los niños, con más soltura, su hablar es más fluido, ¡Su agarre en mano es mayor! la ex-tensión de los dedos es increíble, su fuerza, su balance en percepción del espacio, mayor; su autonomía mayor…
Su hermano habla sin gritar y también más autónomo en sus acciones.
Por ahora más allá de ver los cambios en los niños, aún físicos, !Que son enormes!
El hacer este ajuste con duelos, el árbol, este despertar es inimaginable.
«Por ratos me siento mareada, sin tiempo».
Creo comenzar a entender esto de integrar la sombra, aceptarla y transmutarla. La emoción, sensación que puedo expresar aún “sabiendo las historias” es un infinito amor, gratitud y ligereza… Hacia mi clan y hacia mí.
Mi hermano llamó a mi mamá durante la semana, claro está que, exponiendo su “sentir” acerca del “shock de vernos bien”,
“transformados” (pues casi no nos vemos) y vivir diferencias aparentemente de 180 grados… (Nosotros inmersos en este viaje, ellos ven resultados inesperados) le expresa el miedo de “no ser creyentes”, es decir perder la fe, o sea ya salir de ser fanáticos de la salvación en Jesús, pues le dice a mi mama que lee lo que publicamos en face (que es de José) y le hace preguntarse: ¿Resulta que Dios no existe? ¿Y la salvación?
Todo lo que hemos vivido ¿Es mentira?
Así que lo que hacen es que oran por nosotros. (Para regresar al rebaño).
Lo increíble para mí y Jacques, es que mi mama viniera sin pedirle ayuda y sin vuelos baratos… Y que al escuchar a mi hermano, ella, le diera respuestas del tipo; no los juzgues, permite escucharlos, “mira el fruto”. Tales respuestas que mi hermano le dijo al fiel estilo cristiano que ella, ya era una convertida a la descodificación Jajajajaja… Mi hermano: Mamá, ¿Tú también has escuchado sus conferencias? ¡Ten cuidado!
Hay muchos detalles que podría seguir transmitiendo.
Mi mente sí que se fue a imaginar a lo grande y en esta grandeza me descubrí, abrace, reconocí y liberé.
Sé que existirán capas, pero hasta ahora sé que es profundo de lo profundo y me conozco.
¡Y lo que falta!
¡Gracias por ser parte de este maravilloso proceso!
Económicamente hemos tenido para todo, porque todo está al alcance de la mano, pues somos abundantes.
¡Jacques ya comenzó a leer el libro!!!!
Recién ayer le dijo la jefa que lo ascendió de puesto y que pronto le darían aumento de salario.
Las discusiones, desacuerdos con Jacques son mínimas y son comprendidas, las diferencias con amor, ya dejaron de ser
“personales”. Es algo interno, ¡Wow!
Además de mis dolores físicos sentidos después de los duelos, mi cuerpo expresó mucho acné.
Hoy está desapareciendo de mi piel.
Estoy aquí, entendiéndome, mirando las vidas de mis ancestros, hermosas, y me siento ligera.
Gracias.
Mis impresiones del proceso o al menos una parte de ellas.
“Gracias por leerme”