Sentido Biológico y Evolución
«La historia de la evolución embriológica y filogenética se nos aparece como la clave del prodigioso orden que rige el conjunto de la medicina y de la biología, es decir, tanto las esferas del comportamiento humano como animal.
Considerada como algo hostil, la enfermedad se revela como el signo de una alteración temporal de nuestro organismo, de una modificación constantemente sincronizada con el triple plano psíquico, cerebral y orgánico, triple faceta de una única realidad. Uno nunca se da sin el otro, todos evolucionan con la misma cadencia.
Nada en el organismo escapa del control del cerebro
Psiquismo: integra todos los programas de adaptación al mundo exterior.
Cerebro: interfaz entre el mundo exterior y el mundo interior, entre lo abstracto y lo concreto.
Órganos: integral de todas las culminaciones de estas operaciones.
Es una nueva visión biológica. La distinción entre psiquismo, cerebro y órgano es conceptual.
En realidad, todo es uno, y el uno no es concebible sin el otro.
Existe una programación específica de comportamiento propia de cada animal: el pato no hará conflictos de agua; el ratón hará un conflicto de miedo frente al humo; no así el hamster, que vive bajo tierra y, por consiguiente, eso no lo tiene programado. Nuestro enfoque tiene como eje los comportamientos y los conflictos biológicos.
En nuestra biología, todo tiene su lugar: los otros, las plantas, el universo. De hecho, nos comportamos como los animales sin saberlo, incluso negándolo, y no obstante morimos de conflictos arcaicos.
El conflicto «de la comida», por ejemplo, en el animal difiere según las razas. El conflicto homólogo en el hombre está más o menos transformado, metamormizado, sublimado. Nuestros conflictos siempre están en referencia con un prototipo arcaico biológico, etológico.
Lo fascinante es que, al movilizar al ser entero bajo el impacto del Bio-choc, la «enfermedad», lejos de ser anárquica y no corresponder a ningún sistema, tiene un sentido muy preciso, movilizando todas las fuerzas vivas para optimizar nuestras posibilidades de supervivencia.
La enfermedad no es un error en el cambio de agujas del tren, ni una confusión, ni la pérdida de control de una célula, sino que tiene su razón de ser y se inscribe como un elemento útil en el plan general de la naturaleza. Los conflictos de anclaje biológico responden a leyes determinadas, corresponden a preceptos impresos como engramas en el cerebro del individuo que hacen posible determinado comportamiento conflictual sistemático. Esto es el código cerebral del comportamiento. El Hombre y el animal se comportan según un modelo o un programa específico de la especie.
Frente a este código cerebral del comportamiento, existe un comportamiento biológico conflictual bien determinado. No podemos albergar la esperanza de evitar toda especie de conflicto; en efecto, el conflicto biológico es inherente a la naturaleza, no es ni bueno ni malo, es un medio de conservación de la especie. Y seríamos más felices si viviéramos según el código de nuestro cerebro.
Pensamos que pensamos pero las cosas se nos piensan solas !!!
DOS LÓGICAS CONVIVEN EN NOSOTROS
Cada ser humano es portador de dos lógicas que, dentro de él, viven a veces en armonía y otras en conflicto. Sea como sea, en presencia de cualquier suceso inesperado, de cualquier bio- choc, siempre es la lógica «tripal» la que reacciona la primera (vid. el protocolo «Han atropellado al perrito»). El pensamiento es más lento. En cambio, el recorrido de la emoción es comparable a un arco reflejo.
He aquí estas dos lógicas:
• Una lógica de dentro de la cabeza, puramente intelectual, racional, razonada y razonable. Esta no le interesa al psico-bio-terapeuta. Es el discurso, el ámbito del pensamiento, del control; las frases empiezan por: «Pienso que…, creo…, me parece…». Esto en absoluto interesa a la escucha biológica, porque la Bio-descodificación no se basa en la psicología o en el razonamiento.
• Una lógica que está en las tripas, en el cuerpo, y que manifiesta el grito de cada célula. Es una lógica arcaica, simple, inmediata, animal, emocional. El psico-bio- terapeuta solamente se interesa por ésta.
He aquí una ilustración:
«Tengo sesenta años (o 62…) y me jubilo: ¡es normal, es la edad! Es normal para mi intelecto. No debo quejarme. Pero, no obstante…. me siento desdichado, triste, inútil, dejado de lado, sin puntos de referencia, etc.» Esas son reacciones biológicas, emocionales, las únicas que tenemos que tomar en consideración en nuestra escucha biológica.
SENTIDO BIOLÓGICO
Todo síntoma será la transposición simbólica de la adaptación a un instante conflictual.
El cuerpo tiene una lógica de supervivencia.
La enfermedad nos da un plazo adicional de supervivencia.
Nos permite adaptarnos a un momento que ya no existe, con el fin de alargar nuestra supervivencia y satisfacer nuestras necesidades biológicas.
Ejemplos:
«Me paseo por lugares altos y ahí hay menos oxígeno que en el llano, corro el riesgo de que me falte ese oxígeno vital y morir. Algo dentro de mí lo sabe y ordena la fabricación adicional de glóbulos rojos, esas células que transportan el oxígeno de los pulmones a las células.»
«El profesor me ha visto desnuda en la ducha, he sentido una agresión en tal sitio => me bronceo allí donde he sentido su mirada con el fin de poner una pantalla.»
La descodificación biológica se apoya en la vida, en lo biológico, y es evolutiva: menos certezas y más intuiciones.
Las herramientas están en nosotros. La Bio-descodificación es como un mapa de carreteras: observar palabras y cuerpo de cada uno.
Tres Ejes de Supervivencia
Primer Eje: Mi propia Supervivencia
¡Lo esencial soy yo! Estoy vuelto hacia mí, exclusivamente.
Ejemplo: «Me acabo de comer unas setas peligrosas. Me siento mal, y por otro lado estoy biológicamente, no psicológicamente, sino biológicamente en peligro: puedo morir envenenado». Algo dentro de mí lo sabe. Yo me he comido con gusto mi sabrosa tortilla. Pero ese algo que lo sabe dentro de mí, decide por mí vomitar. ¡Solución perfecta para mí, no para el vecino! Gracias a este síntoma: «vomito, sobrevivo».
Segundo Eje : La Supervivencia del Otro
Lo prioritario aquí es el otro, aquel a quien amo, al que llevo contra mi seno, al que respaldo. Siento solicitud hacia el otro.
Así, cuando se produce un drama, entro en estrés, siento emoción por el otro, me preocupo.
Ejemplo: en caso de Biochoc, la mama reacciona y produce más leche. Eso a mí no me sirve para nada. La leche es forzosamente para el otro (¡Yo no puedo darme de mamar a mí misma!).
Tercer Eje: La Supervivencia de la Especie
Lo más importante ahora, cuando se produce un choc, ya no soy yo, ni es el otro al que conozco; es el otro al que aún no conozco y al que, tal vez, nunca conoceré: mi descendencia, real o simbólica, mis hijos, mis nietos, mis alumnos, mis creaciones, lo que sale de mí y me sobrevivirá. Los órganos afectados son los testículos y los ovarios.
CAMINO DEL RESENTIR: LA BIO-DIANA
¿Qué es la Biodiana ?
Es la organización, en un esquema, de los elementos presentes en cada experiencia. Para el terapeuta, se convierte en el camino para llegar al resentir1.
Para encontrar el resentir, es indispensable trabajar sobre un instante, porque la Bio-diana es definible en un instante T, que el Paciente reactualiza y vive en el presente.
El camino pasa por el cuerpo.
Interés
Permite distinguir el resentir de los pensamientos… organizar las informaciones y guiar hacia el centro: el resentir.
Sentido Biológico
El sentido biológico lo busca nuestro cuerpo desde el mismo momento en que hay una experiencia.
Hay que encontrar una solución exterior (como subirse a un taburete si uno es demasiado bajito para alcanzar el timbre).
Pero si no hay solución exterior; o sea: en situación conflictual, el cuerpo buscará una solución interna para adaptarse => enfermedad.
Buscaremos lo que se encuentra oculto detrás del síntoma, detrás de la parte visible.
Recursos
Uno tiene que sentirse mejor para adentrarse en su inconsciente.
Al paciente no le apetece que el terapeuta lo lleve a un espacio de sufrimiento. Así que hay que encontrar el medio para poder ir al interior del problema.
Ahí interviene el terapeuta, dándole al paciente medios para encontrar recursos.
La persona debe estar implicada
«Es desesperación»: no está implicada.
«Me siento desesperada»: sí está implicada.
«Tengo ganas de gritar»: eso no es un resentir.
«Tengo ganas de gritar mi ira, mi desesperación»: esto sí son resentires.
Observar si el paciente está en contacto con el interior o el exterior. Mientras se exprese hablando del exterior, del evento, de los demás, no se implica, está metido en el mental, en lo descriptivo, en lo analítico. En esos momentos no está en contacto consigo mismo y está separado de su resentir. Y esas informaciones son inútiles para el terapeuta y para el cambio.
Cuando el paciente habla de sí mismo, se implica y se dirige hacia su interior; acepta tomar contacto consigo mismo, con su resentir.
Las Etapas de la Biodiana
Descripción del evento traumatizante
* ACTOS => lo que hago => visibles
Corresponden a la parte más superficial. Es lo que se hace, el comportamiento externo que todo el mundo puede ver, oír, percibir desde el exterior, como los gestos y las palabras.
«Mi padre me violó y me hizo un hijo.», «Llevé el gato a la basura.»
* PENSAMIENTOS => lo que me digo => conscientes
Es el ámbito del mental, del razonamiento: ideas, explicaciones, creencias, constataciones, opiniones…
«Ya no hay nada más que hacer.», «El jefe me ha despedido, es una exageración.»,
«Un padre siempre tiene que ocuparse de su hija.»
* SENTIMIENTOS => pienso una emoción => conscientes
Es una manera de pensar, de apreciar, de poner a distancia.
Los sentimientos están a caballo entre «sentido» y «mental» => juicios, opiniones en la frontera entre pensamientos y sensaciones => son pensamientos disfrazados de emoción.
No hay implicación emocional.
«No te fíes de los hombres que se ríen pero no se les mueve la barriga» dicen los chinos.
Arrojamos un juicio sobre lo que sentimos: «Pienso que lo que me mueve a actuar es angustia» o «¡Es normal que esta situación me provoque enojo!»
* EMOCIONES => soy… tengo… => conscientes
Son estables y conscientes.
Hay 6 esenciales: Alegría – Miedo – Tristeza – Sorpresa – Cólera – Asco.
Nos acercamos al resentir: localizarlas y expresarlas permite llevar a la persona hacia las sensaciones.
* SENSACIONES => mi cuerpo… => descripción corporal
Las sensaciones son conscientes y se manifiestan en el cuerpo.
Las sensaciones pueden encontrarse en el estómago, las piernas, los pulmones… y presentarse en diferentes formas => calor, bola, temblor, opresión….
«Mi corazón se acelera y se me crispa la mandíbula»
Un movimiento del cuerpo puede expresar una sensación; podemos no encontrar la palabra o la fórmula adaptada, pero un movimiento del cuerpo puede expresarlo todo.
La sensación lleva directamente al resentir.
* RESENTIR => me siento… => inestable, huidizo, inconsciente
Es el centro de la diana y lo que le interesa prioritariamente al psico-bio-terapeuta.
El resentir se presenta, se vive en el interior de la persona a raíz de un evento preciso, como por ejemplo: «La mirada de ese hombre se posa en mi cuerpo totalmente desnudo bajo la ducha» o : «En el momento en el que veo a ese bebé ahogado bajo el cuerpo de su madre y luego en la basura».
Es el lenguaje de la célula => Hay todo un muestrario de resentires: aniquilado, derrumbado, desplomado, destrozado, impotente, desvalido, aterrado, aterrorizado, mancillado, desvalorizado, rechazado, agredido…
Un resentir siempre va acompañado de una sensación. La sensación es tangible, es corporal, es mensurable, cuantificable. El resentir no. El resentir es inestable, huidizo e inconsciente. Cuando la persona dice «estoy temblando», eso no cambia nada, sigue temblando. Cuando dice «tengo falta de amor», la sensación cambia.
Encontrar y expresar el resentir es fundamental => cuando el paciente está metido en su resentir, su actitud cambia => hay un antes y un después.
Tenemos que aceptar llorar, resentir, autorizárnoslo. El drama es haber conservado el daño dentro de nosotros y no haberlo expresado, no haberlo sacado fuera => Esa energía tiene que ponerse en movimiento y ser exteriorizada mediante la expresión verbal o física. Así pues, hay que efectuar un movimiento hacia el exterior y escuchar activamente el resentir en la célula.
EJEMPLO DE CAMINO DEL RESENTIR EN LA BIO-DIANA
En cuanto me encuentro metido en un atasco: (= situación exterior)
Fumo (= actos, comportamiento externo)
Lo veo todo negro, estoy seguro de que todo eso lo
hacen deliberadamente contra mí (= pensamientos)
Se me pone una bola en la garganta (= sentir)
¿Cómo decir? Desvalido (= resentir)
Christian Fletche