Mucha gente está lidiando con problemas de salud. A menudo sus historias nos recuerdan la lucha descrita en la mitología griega entre Hércules, el más fuerte de los hombres, y el animal acuático llamado hidra . Hércules era mitad hombre y mitad dios; su padre era Zeus, dios del cielo y del trueno, que gobernaba sobre los demás dioses del Olimpo. Hércules, el más grande de todos los héroes, fue enviado en una misión para matar a la hidra, un animal acuático parecido a una serpiente con muchas cabezas. Hércules tenía una espada de oro que le había dado Atenea. En la mitología griega, Atenea, la protectora de la ciudad-estado de Atenas, era la diosa de la sabiduría, la civilización, la guerra justa, la fuerza, la estrategia, las artes femeninas, los oficios, la justicia y la habilidad, y a menudo acompañaba a los héroes en la batalla. La hidra era una contrincante peligrosa; incluso su aliento era venenoso. Por cada una de las muchas cabezas que Hércules cortaba con su espada, la aparentemente inmortal hidra producía dos nuevas cabezas. Consciente de que no podría vencer a la hidra cortándole las cabezas de una en una, Hércules convocó a su sobrino Yolao para que lo ayudara. Yolao acudió y sugirió que se utilizara una antorcha encendida para quemar los muñones del cuello después de cada decapitación, imposibilitando así que crecieran dos cabezas en el mismo lugar. Por suerte para Hércules, la hidra tenía un punto débil: una de sus cabezas era mortal. Cuando halló la cabeza mortal de la hidra y la cortó, esta finalmente murió. La mítica hidra ofrece una metáfora de lo frustrante que es tratar un síntoma solo para ver aparecer otro u otros en su lugar. Como ocurría con las múltiples cabezas de la hidra, hay multitud de problemas de salud que nos están agobiando, y abordar los síntomas de uno en uno con un remedio o una operación para cada uno puede aportar un alivio temporal, pero no necesariamente va a erradicar la causa. Puede ser que tomemos un comprimido para un problema de salud, otro para otro problema y un tercero para contrarrestar los efectos secundarios de los dos primeros. Incluso puede ser que tomemos múltiples comprimidos diferentes cada día. Pero a menudo los comprimidos solo proporcionan una ayuda temporal, si es que la ofrecen, y en muchas ocasiones hemos de seguir tomándolos durante el resto de nuestras vidas. Nuestra sociedad se basa principalmente en dos enfoques de la medicina convencional: el bioquímico (los medicamentos) y el quirúrgico. Estas potentes herramientas son valiosas en algunos casos y han ayudado a mucha gente, incluso a mí. Las operaciones quirúrgicas pueden salvar vidas. Pero incluso las mejores operaciones dejan tejido cicatricial, que puede limitar los movimientos al dificultar que capas de músculos y tejido conectivo se deslicen libremente sobre las capas adyacentes. Además, hay muchos síntomas, afecciones y problemas de salud que no son debilitantes ni amenazan la vida. A menudo, al no disponer de alternativas viables, intentamos tratar estos problemas con el enfoque médico habitual de recetar remedios o recomendar una intervención quirúrgica. Sin embargo, tal vez estas no sean las mejores soluciones. En muchos casos no funcionan con toda la efectividad deseada, y a menudo producen efectos secundarios indeseables. Como en la lucha contra la hidra, el hecho de acabar con los síntomas a me- nudo da como resultado que aparezcan más. Por el contrario, para conseguir una salud duradera existe el potencial escasamente aprovechado de comprender cómo funciona el sistema nervioso y enfocar los problemas de salud difíciles de un modo nuevo. Dicho de una forma sencilla: si la rama ventral del nervio vago no funciona, hay que hacerla funcionar. Puesto que el sistema nervioso autónomo re- gula importantes funciones del cuerpo, tales como la circulación, la respiración, la digestión y la reproducción, se pueden derivar un amplio abanico de consecuencias si el nervio vago y otros nervios craneales no funcionan correctamente. A continuación ofrezco una lista parcial de problemas comunes que pueden tener su origen en el sistema nervioso autónomo. Estos síntomas afectan a mucha gente. ¿Acaso has experimentado cualquiera de estos síntomas o conoces a gente que los sufre? En caso afirmativo, sigue leyendo, porque el trabajo con los nervios craneales puede aportar alivio. Las cabezas de la hidra: problemas comunes relacionados con la disfunción de los nervios craneales Tensiones físicas crónicas
¡Envíanos tu consulta!