PAUTAS DEL AURA Y EL CHAKRA EN LAS PRINCIPALES ESTRUCTURAS DE CARÁCTER
«Estructura de carácter» es la expresión que muchos psicoterapeutas corporales utilizan para describir determinados tipos físicos y psicológicos. Tras realizar amplias observaciones y estudios, Wilhelm Reich llegó a la conclusión de que podía encajar en cinco categorías principales a la mayoría de las personas a las que trataba. Comprobó que personas con experiencias infantiles y relaciones paternofiliales similares tenían cuerpos que también lo eran. Asimismo, comprobó que las personas con cuerpos similares tenían una dinámica psicológica básica semejante, y que dicha dinámica no sólo dependía de los tipos de relaciones paternofiliales, sino también de la edad en que el niño tuviera una experiencia vital traumática que le impulsara a bloquear sus sentimientos y, por tanto, el flujo energético, iniciando así el desarrollo de un sistema de defensa que llega a hacerse habitual. En el seno materno bloqueará o se defenderá contra una experiencia traumática de forma muy distinta a como lo hará con un trauma experimentado en la fase oral del crecimiento, o en el período de latencia. Esto es natural, ya que el individuo y su campo son muy distintos en las diferentes fases de la vida.
En esta sección ofreceré algunas descripciones básicas de cada estructura de carácter, incluyendo la etiología, las formas corporales y sus configuraciones aurales. También expondré la naturaleza del yo superior y la tarea de la vida corporal en cada estructura, hasta donde sea posible. El yo superior y la
tarea vital de cada persona son únicos, aunque se puede generalizar un tanto al respecto.
El yo superior de una persona es considerado como la chispa divina, o el propio Dios, dentro de cada individuo, el lugar donde ya somos uno con Dios. Hay una chispa divina en cada célula de nuestro ser físico y espiritual que contiene esta conciencia divina interior.
La tarea vital se considera de dos formas: primero, a nivel personal, hay una tarea personal que consiste en aprender a expresar una nueva parte de la propia identidad. Las partes del alma que no se identifican con Dios ayudan a formar la encarnación específica para aprender a ser uno con el Creador y, al mismo tiempo, mantenerse individualizado. La tarea mundial es un don que introduce cada alma en la vida física para aportarlo al mundo. Muchas veces es como el trabajo vital que llega en la juventud de forma natural. Un artista aporta su arte, un médico el don de curar, un músico sus melodías, una madre su capacidad para criar y su amor, etc. En otras ocasiones, la persona tiene que debatirse a través de muchos cambios de trabajo para penetrar en lo que finalmente entienda que es su trabajo vital. El poder y la claridad con que se adopte la tarea vital dependen en gran medida de que se cumpla la tarea personal del aprendizaje.
El cuerpo del individuo es la cristalización en el mundo físico de los campos energéticos que rodean a cada persona y de la cual forman parte. Estos campos energéticos contienen la tarea de cada alma. Por tanto, se puede considerar que la estructura del carácter es la cristalización de los problemas básicos o la tarea personal que un individuo ha elegido para encarnarlos y solucionarlos. El problema (tarea) se cristaliza en el cuerpo y es retenido en él, de forma que el individuo puede verlo y trabajarlo con facilidad. Estudiando la estructura de nuestro carácter en relación con nuestros cuerpos, podemos dar con la clave para la autocuración.
La dolencia básica que he encontrado en todas las personas con las que he trabajado hasta la fecha es el odio hacia sí mismas. Ésta es, en mi opinión, la enfermedad básica interna que todos sufrimos, pero la forma exacta en que se manifiesta el odio a uno mismo y la no aceptación del yo se define en las distintas estructuras de carácter. A medida que trabajamos para entender nuestra dinámica a nivel cotidiano, podemos aprender a aceptarnos a través de este proceso. Podemos vivir durante años pasando por la voluntad de Dios (el Dios interior), por la verdad y por el amor (todos ellos son pasos que nos llevan a la autorrealización), pero no habremos llegado mientras no seamos capaces de amar incondicionalmente. Esto significa que hay que empezar por el yo. ¿Podemos amarnos incondicionalmente aunque veamos nuestras propias limitaciones? ¿Podemos perdonarnos cuando embrollamos las cosas? ¿Podemos, después de haberlas embrollado, serenarnos y decir: «Bueno, tengo que sacar alguna enseñanza de eso, soy una mujer (hombre) de Dios, me realineo con la luz y sigo mi marcha, cueste lo que cueste encontrar mi camino de regreso a mi Dios interior y al hogar»? Teniendo esto presente, volvamos a las estructuras de carácter a sabiendas de que probablemente nos llevará la vida entera afrontar las profundas cuestiones relacionadas con las causas de que cada uno de nosotros constituya, en primer lugar, una clase determinada o una combinación de clases de estructura de carácter.
En un trabajo conjunto, los doctores Al Lowan y John Pierrakos establecieron originalmente las categorías de los principales aspectos de las estructuras de carácter en los niveles físico y de personalidad. John Pierrakos les añadió los aspectos espiritual y energético. Cambió el significado de estas estructuras añadiendo la dimensión espiritual del ser humano a los elementos puramente biológicos y patológicos desarrollados por Reich. Parte de su trabajo consistió en relacionar la función del chakra con las estructuras de carácter. Yo llevé esta tarea algo más adelante y desarrollé las pautas aurales generales de la estructura de carácter, como se muestra en las figuras 13-5 a 13-8, y los sistemas de defensa energética que se exponen en el capítulo 12.
Las figuras 13-1, 13-2 y 13-3 son las tablas que muestran las principales características de cada estructura. Fueron compiladas en el curso de formación energética impartido por el doctor Jim Cox en 1972, y en el curso de formación energética de núcleo que dio el doctor John Pierrakos en 1975, al que asistí yo. Por mi parte, he añadido la información de mi propio trabajo.
La estructura esquizoide
La primera estructura (primera en el sentido de que se produce antes el corte más importante del flujo energético) se denomina estructura esquizoide. En este caso, la primera experiencia traumática tiene lugar antes de nacer, en el alumbramiento o bien durante los primeros días de vida. El trauma se centra en torno a alguna hostilidad recibida directamente de un progenitor, como el enfado de uno de ellos, el hecho de que uno de los padres no quiera al niño, o un trauma producido durante el proceso de alumbramiento (por ejemplo, cuando la madre se encuentra emocionalmente desconectada de su hijo y éste se siente abandonado). El alcance de tales acontecimientos es muy diverso: una ligera desconexión entre madre e hijo puede ser muy traumática para un niño, mientras que en otro no produce el más mínimo efecto. Esto guarda relación con la naturaleza del alma que está llegando y con la tarea que haya elegido para sí misma en esta vida.
La defensa energética natural que se emplea contra el trauma en este período de la vida consiste, simplemente, en retroceder al mundo del espíritu del que procede el alma. Tal defensa se desarrolla y se emplea para este tipo de estructura de carácter hasta que a la persona le resulta muy fácil retirarse a algún lugar «aparte», es decir, dentro del mundo del espíritu (véase la figura 12-3). Esta defensa se hace habitual y el sujeto la emplea en cualquier situación en que se sienta amenazado. Para compensar su defensa de escape, trata de mantenerse unido en el nivel de la personalidad. Su fallo básico es el miedo: miedo a no tener derecho a existir. En su interacción con los otros, sea el terapeuta o sus amigos, hablará en un lenguaje despersonalizado, en términos absolutos, y tenderá a intelectualizar. Estas experiencias sólo contribuyen a confirmar su percepción de estar separado de la vida y de no existir
realmente.
Cuando se presenta para la sesión de curación, muestra su queja en forma de miedo y ansiedad enormes. En el trabajo de terapia, lo importante es que entienda que para sentir que existe debe sentir la unidad, aunque él cree que para sobrevivir debe fraccionarse. Por tanto, tiene el propósito negativo de dividirse. Esto crea el doble lazo según el cual «existir significa morir». Para resolver terapéuticamente este problema necesita reforzar los límites que definen quién es y sentir su fuerza en el mundo físico.
En el proceso terapéutico, una vez que el cliente abandona su actitud de ser un buen muchacho para el médico y empieza a trabajar, la primera capa de personalidad que encontraremos será el aspecto culpabilizador, en ocasiones denominado máscara, que dice: «Te rechazaré antes de que me rechaces». Después de trabajar en la profundización de la personalidad, las emociones básicas, conocidas como el yo inferior o el yo sombra, dirán: «Tampoco tú existes». Entonces, cuando se inicie la resolución, surgirá la parte más desarrollada de la personalidad, lo que a veces llamamos el poder superior o el yo superior de la personalidad, para decir: «Soy real».
Las personas que tienen un carácter esquizoide pueden abandonar sus cuerpos con facilidad, y lo hacen con bastante regularidad. A nivel corporal, el resultado es un cuerpo que parece una combinación de piezas que no se hallan unidas o integradas firmemente. Por lo general, estas personas son altas y delgadas, aunque en algunos casos pueden tener cuerpos gruesos. La tensión del cuerpo tiende a configurarse en forma de anillos que lo rodean. Las articulaciones suelen ser débiles, y el cuerpo, falto de coordinación, con las manos y los pies fríos. La persona es, por lo común, hiperactiva, y no está unida al suelo.
Figura 13-1
ASPECTOS PRINCIPALES DE CADA ESTRUCTURA DE CARÁCTER
FORMACIÓN DE LA PERSONALIDAD
ESQUIZOIDE | ORAL | PSICOPÁTICO | MASOQUISTA | RÍGIDO | |
Interrupción del Desarrollo | Antes de Nacer o en el Alumbramiento | Alineamiento
lactante |
Primera Infancia | Fase de autonomía
Control Alimentación forzada y evacuación |
Pubertad
genital |
Trauma | Madre hostil | Abandono | Seducción
Traición |
Control,
Alimentación forzada y evacuación |
Rechazo sexual
Traición del corazón |
Pauta | Contenerse | Mantenerse | Superarse | Encerrarse en uno mismo | Retroceder |
Sexualidad | Sexo para sentir la fuerza vital.
Fantasía |
Sexo para mayor intimidad y contacto | Fantasía homosexual,
Hostil/frágil |
Impotencia
Fuerte interés por la pornografía |
Sexo despectivo |
Fallo | Miedo | Codicia | Desconfianza | Odio | Orgullo |
Exigencia del Derecho de | Ser/existir | Ser alimentado y satisfecho | Ser apoyado y alentado | Ser independiente | Tener sentimientos
Amor /sexo |
Presentar quejas | Miedo/ansiedad | Pasividad(Fatiga) | Sensaciones de derrota | Tensión | Sin sentimientos |
Decisión Negativa | “ Me fraccionaré” | “Haré lo que me des”, “ no lo necesitaré!” | “ Se hará mi voluntad” | “ Me encanta lo negativo” | “ No me rendiré” |
Ardides que apoyan la decisión negativa | Unidad frente a fragmentación | Necesidad frente a abandono | Voluntad frente a rendición | Libertad frente a sumisión | Sexo frente a amor |
Necesidad de | Reforzar los límites |
Las propias necesidades y mantenerse sobre los propios pies
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Confianza | Ser firme, ser libre.
Abrir las conexiones espirituales |
Conectar el corazón con los genitales
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