Pensamiento de sombrero verde
MOVIMIENTO EN LUGAR DE JUICIO
El uso de una idea como un punto de paso.
¿A dónde me lleva esto?
El efecto prospectivo de una idea.
En el pensamiento normal utilizamos el juicio. ¿Cómo calza esta idea con lo que ya conozco? ¿Cómo calza con mis pautas habituales de experiencia? Opinamos que en efecto concuerda o señalamos por qué no. Al pensamiento crítico y al modo de pensar negro les incumbe directamente juzgar si una sugerencia concuerda con lo que ya sabemos.
A esto podemos llamarlo el efecto retrospectivo de una idea. Miramos hacia atrás y observamos nuestra experiencia pasada para evaluar la idea. Así como una descripción tiene que corresponder a lo que se está describiendo, también esperamos que las ideas concuerden con nuestro conocimiento. ¿De qué otra manera podríamos decir si son correctas?
Para la mayor parte de lo que pensamos, el juicio es vital (tanto de sombrero amarillo como de sombrero negro). Sin el juicio no podríamos hacer nada. Con el pensamiento de sombrero verde, sin embargo, debemos utilizar un idioma diferente. Reemplazamos el
juicio por el movimiento.
El movimiento es una expresión clave del pensamiento lateral. Es otro término que acuñé. Quiero que quede completamente claro que el movimiento no es sólo una ausencia de juicio. Muchos enfoques anteriores del pensamiento creativo hablan dé posponer, suspender o demorar el juicio. Creo que esto no es bastante. En realidad no dice qué hacer al pensador — sólo qué no hacer.
El movimiento es una expresión activa. Utilizamos una idea por su valor de movimiento.
Hay distintos modos voluntarios de obtener movimiento de una idea: entre ellos: extraer el principio, concentrarse en la diferencia, etc.
Con el movimiento usamos una idea por su efecto prospectivo. La usamos para ver a dónde nos va a conducir. En efecto, utilizamos una idea para avanzar. Tal como utilizamos piedras de paso para atravesar un río de una orilla a la otra, utilizamos una provocación para pasar de una pauta a otra.
Como veremos más adelante, la provocación y el movimiento van juntos. Sin el idioma del movimiento, no podemos usar la provocación. A menos que utilicemos la provocación, quedamos atrapados en las pautas pasadas.
…Quiero que use esta idea por su valor de movimiento no por su valor de juicio. Suponga que todos se conviertan en policías.
Una “provocación” de este tipo llevó al concepto de ”vigilancia a cargo del vecindario”, que expliqué con claridad en el artículo de tapa de la New York Magazine en abril de 1971. Actualmente el concepto se utiliza en 20.000 comunidades de los Estados Unidos.
La idea es que los ciudadanos actúen como ojos y oídos adicionales de la policía para la prevención y detección del crimen en el vecindario. Se dice que los crímenes han disminuido en forma significativa en las zonas donde se usa, esta idea.
…Suponga que hiciéramos hamburguesas cuadradas. ¿Qué movimiento puede obtener de esta idea?
…Suponga que hubiera pólizas de seguro transferibles que las personas pudieran venderse entre sí. Use el sombrero verde con esta idea.
Esto podría llevar a la idea de que el seguro en realidad es transferible. Entonces se clasificaría a las personas según el riesgo. Si usted fuera persona de riesgo tipo AAA, obtendría ciertos beneficios de la póliza de seguro universal. Si fuera sólo del tipo AA, obtendría una cantidad menor de beneficios.
A veces tomamos una idea, la usamos como piedra de paso, y terminamos adoptando otra idea completamente distinta. Tan sólo extraemos algún principio de la piedra de paso y luego lo aplicamos. Otras veces conservamos una idea “en forma de semilla o de brote”
y la alimentamos hasta que crece y sé convierte en una planta fuerte. También puede ser cuestión de tomar una idea indefinida y darle forma hasta convertirla en algo concreto y práctico. Todos estos son aspectos del movimiento. El punto clave que debemos recordar es que avanzamos con una idea o a partir de una idea.
…Considere la siguiente sugerencia: todo el que quiera ser promovido debe usar camisa o blusa amarilla .Póngase el sombrero verde y dígame a dónde lo lleva esta idea.
…Me lleva a pensar en la auto-imagen de la persona que elige usar camisa amarilla, llene que vivir de acuerdo con esa imagen
…Me lleva a pensar en un modo de reconocer las personas ambiciosas pero que no serian reconocidas por su talento. Posiblemente tendría más sentido preparar a la gente ambiciosa para que adquiera las habilidades necesarias.
…Me lleva a pensar en las reglas del juego. La camisa amarilla sería una regla precisa del juego de la promoción y todos la conocerían. ¿Cuántos empleados saben lo que deben hacer para que los promuevan?
…Me lleva a pensar en los que no quieren que los promuevan. Pueden demostrarlo si no usan la camisa amarilla. Sólo quieren conservar el empleo.
…Me lleva a pensar en un modo de detectar líderes. Una persona necesita estar muy segura de su posición entre los que lo rodean antes de arriesgarse a usar la camisa
De este tipo de movimiento pueden surgir muchas ideas útiles. En realidad, ninguna de éstas necesita recurrir a la camisa amarilla como tal.
…Sugiero trabajar los sábados y tener un descanso en la mitad de la semana, los miércoles ¿Quieren usar el sombrero verde con esta proposición?
…Como nadie quiere trabajar durante el turno del fin de semana, se sugiere que empleemos un grupo de trabajadores permanente, y distinto, para sábados y domingos.
Parece una idea impracticable, pero trabájenla con los sombreros verdes.
Se probó esta última idea y, de hecho, funcionó con mucho éxito. El considerarla con el sombrero verde la hizo lo suficientemente atractiva como para probarla (en, este caso específico el pensamiento de sombrero amarillo podría haber logrado lo mismo).
El movimiento debería ir mucho más allá de la evaluación positiva de una idea. El movimiento es un proceso dinámico, no de envejecimiento.
¿Qué es lo interesante de esta idea? ¿Qué tiene de diferente? ¿Qué sugiere esta idea?
¿A qué conduce? Estas preguntas forman parte del idioma del movimiento.
El punto clave a recordar es que en el pensamiento de sombrero verde el idioma del movimiento reemplaza por completo al idioma que enjuicia.
LA NECESIDAD DE PROVOCAR
El uso de la palabra op.
La lógica del absurdo.
Provocación al azar.
Siempre se redacta los descubrimientos científicos como si se hubieran realizado paso á paso, de manera lógica. Algunas veces esto es lo que en efecto ocurrió. Otras veces, la lógica paso por paso es sólo un disfraz retrospectivo de lo que realmente sucedió. Hubo
un error o accidente imprevisto que proporcionó la provocación que generó la idea nueva.
Los antibióticos surgieron de la contaminación accidental de un cultivo con el moho de la penicilina. Dicen que Colón se atrevió a cruzar el Atlántico sólo porque un antiguo tratado lo indujo a equivocarse en el cálculo de la distancia existente alrededor del globo.
La naturaleza ofrece esas provocaciones. No se las puede buscar, porque no ocurren en el pensamiento habitual. Su rol es sacar al pensamiento de las pautas usuales.
La lógica de las provocaciones surge directamente de la lógica de los sistemas asimétricos de formación de pautas (ver OP: Más allá del Sí y el No).
Podemos sentarnos a esperar provocaciones o podemos decidir producirlas deliberadamente. Esto sucede con el pensamiento lateral. La habilidad para utilizar provocaciones es una parte esencial del pensamiento lateral.
En la sección anterior observamos el idioma del movimiento. Así utilizamos las provocaciones. Las usamos por su valor de movimiento. Podemos tratar ahora el modo en que las ponemos en marcha.
Hace muchos años; inventé la palabra “op” como indicador simbólico de que sé está exponiendo una idea como provocación y por su valor de movimiento. Si les gusta, la expresión proviene de “Provocative Operation” (operación provocadora).
Op actúa como una especie de bandera blanca de tregua. El matar a una persona que se acerca a un castillo agitando una bandera blanca, sería no seguir las reglas del juego. Del mismo modo, no se respeta el juego si se aniquila, con el juicio del sombrero negro, una
idea que se expone bajo la protección del op.
En cierto modo – como dije antes— la palabra op actúa igual que el truco del sombrero verde. La persona que usa el sombrero verde está autorizada a exponer ideas “locas”. El sombrero verde abarca un espectro más amplio que el op, aunque este último es más específico. Por lo tanto lo mejor es valerse de ambos.
…Los autos op deberían tener volante cuadrado.
…Los aviones op deberían aterrizar patas arriba.
…Los compradores op deberían recibir un pago por comprar cosas.
…Los ejecutivos op deberían autopromoverse.
…Una fábrica op que contamina un río debería situarse río abajo.
Esta última provocación conduce a la idea de convertir en ley el que cualquier fábrica
construida a orillas de un río debe tener la entrada de agua más abajo, en el río, que su propia salida de, agua. De este modo, la fábrica sería la primera en verificar su propia contaminación.
Asimismo, la palabra op puede considerarse un emergente de términos tales como hipótesis, suposición, posibilidad e incluso poesía. En todas ellas, se expone una idea por su efecto promotor — para provocar algo.
Por definición, una idea absurda o ilógica no puede existir dentro de nuestra experiencia cotidiana. En consecuencia, la idea se encuentra fuera de cualquier pauta existente. En tal sentido, una provocación nos obliga a salir de las pautas habituales de percepción. En
tanto avanzamos a partir de una provocación, tres cosas podrían suceder. Podríamos ser incapaces de realizar movimiento alguno. Podríamos regresar a la pauta habitual.
Podríamos situamos en pautas nuevas.
Así como existen métodos formales para lograr movimiento a partir de una idea existen también modos formales para plantear provocaciones. Estos proporcionan las técnicas voluntarias del pensamiento lateral.
Por ejemplo, la inversión es un modo simple de lograr la provocación. Uno expone la forma en que algo sucede normalmente, y luego lo invierte o lo enfrenta a si mismo.
…Los compradores usualmente pagan la mercadería que compran. Invertimos. Op. El comerciante paga a los clientes
…Esto podría llevar a pensar en la idea de la estampilla (o sello) comercial por la que, en efecto, se terminaba pagando a los compradores una pequeña suma por la compra.
…Esto podría llevar a la idea de que las cajas se preparen de modo que por cada mil dólares de ingreso, desembolsen una suma determinada de dinero.
Las provocaciones no tienen que ser absurdas o ilógicas. Es factible considerar ideas muy serias como provocaciones. Si alguien nos propone una idea que no nos agrada y que podríamos desechar instantáneamente con el sombrero negro, podríamos, en cambio, ponernos el sombrero verde y optar por considerarla como provocación. Siempre es posible optar así.
…No veo cómo su idea de un comercio “con sistema de cortesía” podría funcionar sin padecer fácilmente de abusos. Pero me voy a poner el sombrero verde y la trataré como una provocador. Esto nos conduce a la idea de gente que suma sus propias cuentas con cheques al azar. Probablemente, los errores se van a equilibrar en ambas direcciones.
Un modo muy sencillo de obtener provocaciones es utilizar una palabra al azar. Se puede pensar en la página de un diccionario y luego abrirlo en esa página. Luego, pensar un segundo número para hallar la posición de la palabra en la página. Por ejemplo, se podría pensar en la página 92 y en la octava palabra hacia abajo. Los sustantivos son más fáciles de usar que otra clase de palabras. El uso de una lista de sustantivos corrientes resulta mucho más simple que un diccionario.
Supongamos que buscamos una idea nueva relacionada con cigarrillos. La palabra elegida al azar resulta ser rana.
…Así, tenemos un cigarrillo op de rana. Una rana sugiere salto, por lo que podríamos tener un cigarrillo que se apague solo al poco tiempo. Esto podría ser de utilidad para prevenir incendios. También podría permitir que los fumadores den algunas pitadas y continúen el cigarrillo más tarde. Esto, a su vez, llevaría a una nueva marca llamada “shorts” (“breves”), que serían efectivamente muy breves y sólo permitirían fumar por dos o tres minutos.
…Deseo algunas ideas relacionadas con aparatos de televisión. La palabra al azar es queso. Televisión op de queso, entonces. El queso tiene agujeros. La televisión op tiene agujeros. ¿Qué significaría esto? Tal vez podría haber “ventanas” que mostraran qué hay
de interesante en otros canales.
Con lógica, debe haber siempre una razón para decir algo antes de decirlo. Con una provocación, puede no haber una razón para decir algo hasta después de haberlo dicho.
La provocación conlleva un efecto y es el valor de dicho efecto lo que justifica la provocación.
A muchas personas les puede parecer inconcebible que una palabra elegida al azar pueda valer para solucionar un problema.
La definición de azar implica que la palabra no tiene relación específica alguna. Sin embargo, en la lógica de un sistema asimétrico de pautas es fácil detectar porqué funciona una palabra casual. Ofrece un punto de partida diferente. Mientras repasamos el camino a partir del nuevo punto de partida, aumentamos la posibilidad de llegar a un camino que nunca habíamos seguido si hubiéramos pensado directamente en el tema.
Tal como el movimiento es parte del idioma básico del pensamiento de sombrero verde, también lo es la provocación. Si estás en Francia, hablas francés; si usas el sombrero verde, usas la provocación y el movimiento —la gramática de la creatividad.