DESCUBRIMIENTOS DE MARC FRÉCHET
El psicólogo clínico Marc FRECHET curó a cientos de personas de todo tipo de patologías (especialmente cánceres y esclerosis múltiples), trabajando únicamente sobre lo vivido y resentido anterior al conflicto desencadenante. De algún modo encontró un
método para descubrir los conflictos programantes.
Descubrió varios principios que se inscriben en esta visión del ser vivo, y que condicionan al individuo a vivir los acontecimientos de tal o cual modo. Estos principios son: – los ciclos biológicos memorizados –
– el proyecto sentido
– plaza de hermandad
Hay que precisar que Marc FRECHET no consideraba los fenómenos que descubrió como leyes inmutables o absolutas, hablaba más bien de tendencias o inclinaciones.
Frente a un mismo choque, no todos reaccionamos de la misma manera. Cada uno tiene un resentir específico, personal y presentará síntomas diferentes a los otros o no presentará ningún síntoma.
Entonces, ¿cuál es la diferencia que marca la diferencia? Hemos estudiado la parte, para decirlo de algún modo, que va del choque a sus consecuencias. Fuimos hacia abajo.
Ahora hay que ir hacia arriba del choque, para comprender porque tal conflicto es vivido de tal manera, precisamente con ese resentir y no cualquier otro.
LOS CICLOS BIOLÓGICOS MEMORIZADOS
Nuestro organismo conserva la memoria de los acontecimientos de nuestra vida que tienen lugar según los ciclos tales como ciclos de la memoria de un duelo, de un accidente, etc.
Este ciclo es espacio-temporal. Un recuerdo se activa (pluri) anualmente. El día del aniversario de…es como si el cerebro se acordase, es como una relectura inconsciente del acontecimiento traumatizante pasado.
El sentido biológico de esta relectura es proporcionar, mediante la puesta en situación del acontecimiento, una oportunidad extra para aportar una solución diferente y más adecuada. No olvidemos que sobrevivir es ante todo cosa de adaptarse y que debemos cambiar, aportar soluciones, a lo vivido por nuestro clan, a través de nuestra descendencia.
La biología con el cerebro como intermediario desarrollará su programa sin ningún estado de ánimo, debe ser así.
En la naturaleza todo pasa o ¡se rompe! Todo el que no se adapta, desaparece.
Cuando durante un hecho que nos marca, un conflicto no es resuelto, puede generar un ciclo, y este acontecimiento o la misma coloración conflictual en diferentes acontecimientos es revivida en el doble de la edad del primer estrés.
Por ejemplo, un conflicto ocurrido a los 5 años de edad, y no resuelto, tendrá tendencia a reproducirse a los 10 años, los 20 años, los 40, los 80, si sigue sin resolverse. Uno de los signos que nos conduce a explorar este tipo de ciclo es el desfase entre el acontecimiento y el síntoma. Si un hecho más bien menor conlleva una gran patología, podemos sospechar que hay una reactivación de un antiguo conflicto importante, no resuelto y escondido.
ESTUDIO DE UN CASO
Una paciente de 56 años con cáncer en la vejiga:
Vivía una desvalorización sexual, porque su marido la descuida. Interrogándola sobre qué había vivido cuando tenía la mitad de su edad, a sus 28 años, descubrimos que su jefe la sedujo y tuvo relaciones sexuales con ella. Este hombre le declaró su pasión, pretendía amarla locamente, rehacer su vida con ella. Ella se enteró que era un perverso que hacía lo mismo con varias empleadas. Vivió la situación como una profunda desvalorización sexual.
A la mitad, a los 14 años, pilló a su padre manteniendo relaciones sexuales con su amante.
Desvalorización sexual también. A los 7 años, iba a un colegio religioso. Un día les preguntaron que querrían ser de mayores, ella respondió casarse y tener muchos hijos. La monja la miró duramente y le dijo que no estaba bien. Ese fue el conflicto programante de
desvalorización sexual.
Una vez hallado el conflicto programante en terapia y sanado emocionalmente, el hecho de que su marido ya no quiera tener relaciones sexuales con ella fue vivido de un modo totalmente apacible.
Es como si un reloj biológico interno, que recordase todo lo que hemos vivido, y sin necesidad de que tengamos que pensar en ello conscientemente, nos sacara de nuevo de lo vivido este tipo de conflicto para que podamos arreglarlo.
Como decía C. G. Jung:
“Todo lo que no remonta a la consciencia, vuelve en forma de destino”
Así como:
“Aquello que el yo no consigue incorporar es patógeno”
Hay que destacar que esta inclinación del ser a reproducir las mismas actitudes en el doble de la edad, se verifica tanto para los choques como para los acontecimientos positivos.
La toma de consciencia de estos esquemas de repetición es la primera terapia, y la mayoría de las veces es suficiente para parar el proceso.
LAS SECUENCIAS DE LA VIDA Y LA EDAD DE AUTONOMÍA
Otro elemento aportado por Marc FRECHET, que también se presenta en términos de ciclo biológico y memoria celular, está ligado a la edad de autonomía. A partir de cierta edad, ciertas fechas, el ser cambia su relación con el mundo exterior.
Con esta tónica, el paso de la vida intrauterina a la vida aérea es la primera autonomía. En el útero el ser vivo es totalmente dependiente de la madre para satisfacer sus necesidades, oxígeno, nutrientes, temperatura. A partir del nacimiento, debe respirar por sí mismo, aprenderá a alimentarse por su propia boca. En ese instante empieza el ciclo de la vida, abandona el recinto maternal.
Una vez adulto, “abandona su padre y su madre”, impuesto por la Génesis. Gana por sí mismo con qué comprar la comida y se lava los calcetines… deja el recinto familiar.
Marc FRECHET describió la edad de autonomía como la edad en la cual somos capaces de “cazar el mamut” solos, en otras palabras, podemos conseguir por nosotros mismos nuestras necesidades alimentarias. Para él es el criterio más importante. Si una joven cambia de dependencia, de depender económicamente de sus padres a su marido, entonces el cambio de dependencia (a través del matrimonio) es el criterio. Lo mismo si nos incorporamos a la armada o a una comunidad religiosa.
Encontramos esta realidad en el reino animal. Los osos, por ejemplo, la madre defiende ferozmente su progenie. Durante la infancia de los ositos, la madre tiene un grito específico para advertirles del peligro. Al oír este grito, los pequeños se refugian en un árbol y no vuelven a bajar hasta que escuchan otro grito específico de la madre indicándoles que el peligro pasó.
Cuando la madre sabe que los ositos son biológicamente autónomos, ella misma corta el vínculo, corta el cordón umbilical por segunda vez. Emite la señal de peligro: los osos suben al árbol y ella se va definitivamente.
En cuanto a los osos, subidos al árbol, esperan la segunda señal para bajar. Están en estrés, en fase conflictual. Hay un peligro, y aun confían en la madre (exterior) para solucionar el conflicto. En ese momento, deben pasar de su referencia externa a la interna.
Deben tener confianza en sí mismos, para dejar de sentirse en el miedo, no para pasar al no miedo sino sentirse en seguridad. La independencia es iniciativa de la madre, luego será del oso, que ya no es un osito. Al cruzar esta tercera fase, desciende del árbol para buscar alimento, dormir, reproducirse, etc. No es raro que esta transición sea mal vivida y que el oso sufra una pequeña depresión.
A menudo es difícil darse cuenta de su edad de independencia: muchas personas, por ejemplo, se van de casa y vuelven años más tarde, o bien, trabajan pero viven con los padres, o viven en su propio piso pero la madre les prepara la comida… Son personas que tienen dificultades en hallar su autonomía, y es una primera información muy importante.
Cuando la autonomización es mal vivida o difícil, puede que sea propicio ir a buscar la dificultad de la madre en “soltar” a sus hijos.
El periodo entre el nacimiento y la edad de autonomía (generalmente entre 16 y 31 años) forma un recorrido que representa el primer bucle del ciclo. A partir de la autonomización empieza un segundo bucle, en el cual la persona repasará las mismas etapas, rehará el
camino para revivir aquello que fue mal vivido, finalizar lo que no se terminó. Aquí también, un reloj biológico inconsciente repite la situación para que podamos arreglar lo que quedó suspendido.
ESTUDIO DE UN CASO
Imaginemos una niña que a los 10 años vive un drama a causa de una mentira de su padre (promesa no mantenida, por ejemplo). Si su autonomización ocurre a los 20 años, a los 30 (20+10) bien encontrará un mentiroso con quien se casará o bien encuentra un hombre
como muchos que a veces miente…pero ella estará muy atenta a sus mentiras y lo dejará, haciéndole vivir lo que no pudo hacer con su padre. Pongamos el caso que se trata de un hombre sincero que miente una sola vez, esta mentira será vivida exageradamente mal y
sirve para borrar todo lo positivo. Finalmente, puede que este hombre no mienta nunca, pero podría…así que la mujer le monta escenas en caso de haber podido mentir!
CASO CLÍNICO
La señora X se cada a los 20 años= autonomización. A los 40 entra en un nuevo ciclo de vida. En ese momento tiene la necesidad de cambiar muchas cosas en su vida. Su marido que no sigue el mismo ciclo, entra en depresión profunda y es tratado en psiquiatría. Ella
desarrolla un cáncer de pecho derecho (trato maternalmente a mi marido).
A sus 47 años (40+7), desarrolla un cáncer de peritoneo (protejo, tengo miedo por mi vientre), puesto que hace algunos meses que sufre de estreñimiento y está muy angustiada por su vientre.
A los 27 (20+7) estaba embarazada. Su médico le dijo que tuviese cuidado puesto que
podía perder al niño que tenía en el vientre. Yendo más lejos, a los 7 (0+7=conflicto programante), tuvo que ser operada de apendicitis y estando sola en el hospital, sin ninguna explicación sobre lo que sucedía, sentía gran angustia por lo que tenía en su vientre.
EJEMPLO DE CÁLCULO DE UN CICLO VERTICALMENTE:
Puesta a cero del contador
Contador a cero:
Nacimiento : 20 años, relectura del ciclo 40 años
7 años 27 años 47 años
Apendicitis miedo de perder el hijo cáncer de
en su vientre peritoneo
No resuelto: 2ª oportunidad para resolver lo que pasó a lo 7 años
20 años 40 años 60 años
CICLO EN LA HORIZONTALIDAD
ESTUDIO DE UN CASO HORIZONTALMENTE
El señor X de 52 años hizo carrera profesional internacionalmente en una gran compañía, le encanta este tipo de trabajo y es muy competitivo, la empresa lo promociona, pero debido a ello su tipo de trabajo cambia, y pasa a estar “encerrado” en un despacho y no le gusta este nuevo tipo de trabajo. Propone otra organización posible de su nuevo trabajo pero le hacen comprender que no es posible. Durante 2 o 3 meses hace otras tentativas de cambio pero todas en vano…luego, un día (2 o 3 meses después del acontecimiento) al comer, tropieza con el hueso de una aceituna y se le caen los dos incisivos.
¿Qué sucede? La problemática de este señor es que se desvaloriza de no poder morder, de no poder alcanzar el pedazo, y con esta desvalorización hace que el hueso de la mandíbula, que sostiene los dientes, se destruya (puesto que los dientes no sirven de nada, los
elimina).
Pero está claro que en este contexto, este problema no es la única causa. Podemos sospechar que esta persona está en esta problemática psíquica recurrente, un raíl. Durante su vida ha afrontado problemas similares con el mismo resentir.
Buscaremos entonces a la mitad de la edad (26 años), y a la mitad de la mitad (13 años), etc. Hasta hallar el programante para acabar con el raíl.
A los 26 años, este señor trabaja para la misma compañía con un puesto de menor importancia y se da cuenta que el trabajo que querría hacer es el que hacen los ingenieros.
Siente rabia, ganas de morder, de conseguir ese trabajo, tiene ambición así que paralelo a su trabajo retoma sus estudios durante 7 años para alcanzar el nivel que le permita realizar el trabajo que quiere.
A los 13 años tiene una amiguita y en la plaza del pueblo, se cruza con la madre de la niña y le da una bofetada delante de todo el mundo. Siente desvalorización, culpabilidad, de no poder responder, de estar en sumisión.
Durante toda su infancia, es desvalorizado y culpabilizado por su padre y cuando su hermano mayor comete alguna maldad es siempre culpa suya. Se construye pues sobre este raíl, soy malo, me culpabilizo, no puedo morder y por ello me desvalorizo.
EJEMPLO DE CÁLCULO HORIZONTAL:
13 años 26 años 52 años
Impregnación Tentativa Repetición
Programante de reparación
LOS RANGOS DE HERMANDAD
Los rangos de hermandad se basan en una regla de tres.
Si tomamos la simbología de la creación:
– UNO es masculino (el hombre)
– DOS es femenino (la mujer). Una vez somos dos, formamos una pareja.
– TRES es pues la realización del hijo, siendo el 3 la cifra de la creatividad, el hijo es la mayor creación.
Hay asimismo una memoria en el vientre de la madre en base de 3, todas las concepciones son inscritas, incluso los abortos (naturales o provocados), hijos muertos, como si a la tercera concepción la creación se expresara. El cuarto hijo toma el lugar del primero, todo comienza de nuevo.
Hay una simpatía, una afinidad, un parecido a veces, entre el primero, el cuarto y el séptimo hijo; así como entre el 2º, 5º, 8º, etc. Lo que es cierto para las relaciones horizontales (hermanos, hermanas) también los es frecuentemente a nivel de relaciones verticales (padres, hijos).
En una familia, por ejemplo, si el padre es el mayor y la madre la número 2, y tiene dos hijos, el padre favorece al mayor y la madre al menor.
Otra vez, recordar que no se trata de una ley sino de una tendencia, una inclinación. Los hijos de tal rango de hermandad tendrán una inclinación para tomar el programa del padre, tío, tía del mismo rango de hermandad con simpatía.
Experimento llevado a cabo por Marc FRECHET durante algunos meses:
Pidió a un granjero de cerdos de la región parisina que marcase con un distintivo, en el momento del nacimiento, los nacidos 5º en cada camada. Le pidió que hiciera que se reprodujeran entre ellos y observó lo que sucedió. En sus descendientes, el 5º cerdito, mismo rango que sus padres, siempre tenía privilegios comparado con el resto. Mamaban los primeros, tomaban más cantidad de leche, eran más fuertes y siempre los favoritos de la madre.
Repitió el experimento decenas de veces, con parejas distintas, siempre verificó este fenómeno (la cifra nº 5 fue elegida aleatoriamente, no tiene nada en particular).