Cadena neuronal 1
o Mujer, 45 años.
Ésta es la situación por la que la persona llegó a la sesión:
Esta mujer tenía diagnóstico de depresión clínica y había sido declarada
incapaz muchos años antes. Tomaba pastillas para la depresión y la ansiedad desde hacía aproximadamente quince años.
“Me siento débil la mayor parte del día. No duermo bien. Cuando me levanto por la mañana, ya me siento cansada. La menor actividad me fatiga. Siento que soy una carga para mis familiares, ya que dependo completamente de ellos. Soy una inútil”.
o Preguntas para establecer la polaridad:
-¿Qué es lo que no quieres sentir?
-No quiero sentirme débil, cansada, deprimida.
-¿Cómo quieres sentirte?
Quiero sentirme fuerte. iQuiero sentir más alegría!
o Preguntas para establecer los beneficios
Decidí comenzar con el término débil, ya que es una palabra que la cienta usó mucho en sus descripciones de su situación
-¿Cuál es el beneficio de sentirte débil? Cuál es el lado bueno de eso?
-Que todos me prestan atención.
-¿Cuál es el beneficio de que todos te presten atención? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que se preocupan por mí.
-¿Cuál es el beneficio de que se preocupen por ti? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que me siento mimada.
-¿Cuál es el beneficio de sentirte mimada? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que me siento querida.
-¿Cuál es el beneficio de sentirte querida? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que me siento más viva y alegre.
–¿Cuál es el beneficio de sentirte más viva y alegre? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que me siento energizada y más fuerte.
A algunas personas al principio les resulta imposible creer que han extraído de su estado negativo algún beneficio para su situación. Si esto te sucede a ti, no te alarmes. Puede ser útil preguntarte: “Si tuviera que explicarle a un marciano que ha llegado a la Tierra cuáles son los beneficios de estar deprimido, ¿qué le diría?” o “Si esto le sucediera a alguien que conozco, ¿qué beneficios verſa yo?”.
Retroalimentación de la cadena neuronal:
Una vez que esta información es organizada, le leo a la paciente e la cadena dice, de atrás hacia delante y de delante hacia atrás,
para suscitar posibles asociaciones y recuerdos. Le doy tiempo para que pueda escuchar y metabolizar poco a poco. Genesamente este proceso dispara reacciones inesperadas, como risa, soledad, tristeza, incredulidad o vergüenza. Cada una de estas relaciones tiene un origen y una “historia que contar”.
Surgieron por primera vez como resultado de experiencias dolorosas o por simple imitación. Las llamamos creencias. Cada creencia se eslabona con la siguiente y todas juntas crean una cadena de creencias” o cadena neuronal. Cuando cualquiera de los eslabones de la cadena es estimulado por una experiencia dada en el momento presente, la cadena entera reacciona como un todo.
La cadena neuronal dice:
Para sentirme fuerte, tengo que sentirme más viva y alegre
1
para sentirme más viva y alegre, tengo que sentirme querida
2
para sentirme querida, tengo que sentirme mimada
3
para sentirme mimada, tengo que sentir que se preocupan por mí;
4
para sentir que se preocupan por mi, tengo que sentir que me dan atención;
5
y para sentir que me dan atención, tengo que sentirme débil.
Además, esta cadena está diciendo que:
Para sentirme fuerte, tengo que sentirme más viva y alegre;
6
para sentirme fuerte tengo que sentirme querida;
7
para sentirme fuerte, tengo que sentirme mimada;
8
para sentirme fuerte, tengo que sentir que se preocupan por mí;
9
para sentirme fuerte, tengo que sentir que me dan atención;
Y como consecuencia de todo lo anterior:
Para sentirme fuerte, tengo que sentirme débil.
El mismo procedimiento se puede seguir con cada uno de los sentimientos anteriores. Por ejemplo:
Para sentirme más viva y alegre, tengo que sentirme querida
10
Para sentirme más viva y alegre, tengo que sentirme mimada
11
Para sentirme más viva y alegre, tengo que sentir que se preocupan por mí
12
Para sentirme más viva y alegre tengo que sentir que me dan atención
13
Y para sentirme más viva y alegre tengo que sentirme débil
Descubriendo la herida original:
Cuanto le pregunté a la paciente: “De dónde crees que viene esto”, ella se tomó un tiempo y contó lo siguiente:
Cuando ella era pequeña, era muy activa, curiosa y apasionada. Jugaba y se comportaba casi “como un varón” y no podía quedarse quieta.
Sa madre, su padre y su hermana se enojaban con ella a diario porque decían que estaba “fuera de control”.
Era muy frecuente que recibiera críticas que la hacían sentir juzgada, menospreciada y no querida.
Su hermana era la favorita de la casa y obtenía las mejores notas. Sus padres la recompensaron con regalos, viajes y una mejor educación
– La paciente recordó sólo dos veces en que siendo pequeña se sintió mimada y querida por sus padres. La primera fue cuando sufrió una neumonía, a la edad de cuatro años; la segunda a los cinco años, después de un accidente que le impidió caminar durante varios meses. “Nunca me sentí más querida en toda mi vida”. Recuerda.
A la edad de diez años ya sufría de lo que luego aprendió que era depresión.
Dibujando el perfil de la auto-imagen
En esta mujer, importantes partes de su auto-imagen se formaron a partir de decisiones tomadas inconscientemente en su necesidad de sentirse amada y conectada con sus parientes más cercanos cuando era muy pequeña. Las decisiones que se toman
a esa temprana edad, son “absolutas” y cuando crecemos no tenemos la opción de hacer algo diferente.
Lo que sigue es una síntesis de algunas decisiones que recopilamos en esa sesión y que fueron hechas a edad temprana y detonadas a la edad de cinco años, luego del accidente:
-Cómo de veías a ti mismo a esa edad? ¿Tienes una idea de cómo era la charla interior de esta niña de cinco años que vivía en ese entorno familiar?
Hay algo mal en mi
Nadie me quiere tal como soy”.
“No puedo ser yo misma”,
-Cuando me muevo y me divierto, nadie me quiere”,
Debo calmarme para que me quieran”,
Cuando me siento fuerte me meto en problemas”,
“Todo lo que hago lo hago mal”.
“Me quieren cuando soy débil y enferma”
Cadera neuronal 2
o Mujer, 35 años.
Ésta es la situación por la que la persona llegó a la sesión:
*Tengo una vida muy activa y muy intensa, pero me siento tensa y ansiosa la mayor parte del tiempo. Estoy siempre preocupándome. Me canso y me fatigo fácilmente, pero aun así no dejo de hacer cosas. Me dicen que siempre quiero controlarlo todo.
o Preguntas para establecer la polaridades
¿Qué es lo que no quieres sentir?
No quiero sentirme ansiosa
¿Cómo quieres ser?
-Quiero sentirme en paz, más relajada Quero más alegría en mi vida.
o Preguntas para establecer los beneficios:
Comenzamos la investigación con la palabra ansiosa:
-¿Cuál es el beneficio de sentirte ansiosa? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que estoy alerta y en guardia.
-¿Cuál es el beneficio de estar alerta y en guardia? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que me siento preparada y protegida.
-¿Cuál es el beneficio de sentirte preparada y protegida? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Me siento más calma y segura.
-¿Cuál es el beneficio de sentirte más calma y segura? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Me siento en paz.
Paradójicamente, para sentirme en paz, tengo que sentirme ansiosa.
o Descubriendo la herida original:
La dienta recordó inmediatamente que:
– Cuando ella tenía cuatro años su madre fue internada en un hospital psiquiátrico. Ella estaba allí cuando se la llevaron. Su madre nunca volvió a la casa.
La paciente era la mayor de tres hermanos.
– Su padre era drogadicto y alcohólico. Ella recordó que a veces los dejaba a ella y a sus hermanos varios días solos y sin comida.
Dibujando el perfil de la auto-imagen:
-¿Cómo te veías a ti misma a esa edad? ¿Tienes una idea de cómo era la “charla interior de esta niña de cuatro años que vivía esas experiencias?
Así pudimos delinear algunas decisiones tomadas a la edad de cuatro años:
– “No puedo confiar en nadie”.
– “Si no lo hago yo, nadie lo hará”.
– “Me las tengo que arreglar sola”.
– “Nunca voy a tener hijos”. [Y, de hecho, no los tuvo.]
– “Los hombres son irresponsables”.
– “No puedo confiar en ellos”.
– “Son débiles, egoístas y estúpidos”.
Cadena neuronal 3
o Hombre, 36 años.
o Ésta es la situación por la que la persona llegó a la sesión:
-Soy muy sensible a las críticas, las tomo como un ataque personal. Reacciono defensivamente y me irrito muchísimo. Eso afecta mis relaciones en general, especialmente en lo laboral, ya que trabajo en equipo con otras personas. Cuando me objetan algo de lo que hago
me vuelvo como loco. Sufro de problemas digestivos crónicos, especialmente si como muchos dulces o fumo marihuana. Cuando me pasa esto, me siento culpable y triste, pero no puedo dejar de hacerlo”.
o Preguntas para establecer la polaridad:
-Qué es lo que no quieres sentir?
-No quiero sentirme enfermo. No quiero sentirme imitado todo el tiempo.
-¿Cómo quieres serie?
-Quiero sentirme relajado. Quiero sentir más alegría
• Preguntas para establecer los beneficios
Comenzamos la investigación con la palabra irritado
-¿Cuál es el beneficio de sentirse irritado? ¿Cuál es el lado bueno de eso ?
-Que me justifico
-Cuáles el beneficio de justificarte ? Cuál es el lado bueno de eso?
-Que me siento escuchado
-¿Cuál es el beneficio de sentirte escuchado? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que me siento importante y valioso.
¿Cuál es el beneficio de sentirte importante y valioso? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que me siento aprobado
¿Cuál es el beneficio de sentirte aprobado? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que me puedo relajar y ser yo mismo.
Entonces, para sentirme relajado y ser yo mismo. necesito sentirme irritado.
o Descubriendo la herida original
El paciente contó que:
– Su madre era muy crítica y perfeccionista cuando el era pequeño. Ella siempre estaba señalando que faltaba hacer alguna cosa o que algo estaba “sin terminar”.
-Nunca se sintió reconocido en sus logros.
– Frecuentemente su madre lo disminuía frente a otras personas.
– Su madre nunca reconocía sus errores ni se disculpaba por sus faltas
Su padre estaba siempre quejándose de todo y se escondía de su esposa para que no lo criticara. Cuando lo descubrían haciendo algo mal, se enojaba y se defendía gritando desesperadamente.
o Dibujando el perfil de la auto-imagen
¿Cómo te veías a ti mismo de niño? ¿Tienes una idea de cómo era la “charla interior” cuando vivías esas experiencias?
“No importa lo que haga, nunca es suficiente”.
– “Soy débil e impotente”,
-“Tengo que esconderme”.
-“Tengo que defenderme”.
-Soy un perdedor”
-“Nada de lo que hago tiene valor ni sentido”.
-“Todo lo que hago lo hago mal”.
-“Los dulces me hacen sentir mejor”.
Cadera neuronal 4
Mujer, 29 años.
Esta es la situación por la que la persona llegó a la sesión:
Desde jardín de infantes se tronca y se arranca las cejas y las pestañas de manera compulsiva. Su madre se enojaba mucho con ella por eso. Muchas veces se le producen infecciones y es muy desagradable. Toma antidepresivos desde la edad de veintiún años.
Me siento débil y horrible. No quiero acercarme demasiado a nadie para que no se den cuenta de lo que le he hecho a mi cara.
Hago lo mismo con los pelitos de las piernas. Uso pantalones largos para cubrirlas. Evito mostrar mi cuerpo e ir a lugares donde tenga que sacarme la ropa. Me siento débil e impotente. Ya debería haber superado esta tontería. La gente tiene problemas reales y los supera. A pesar de haber intentado diferentes tratamientos, nada ha cambiado. ¡No tengo ningún control sobre esto y estoy desesperada!”.
o Preguntas para establecer la polaridad
Qué es lo que no quieres sentir?
-No quiero sentirme débil e impotente.
-¿Cómo quieres sentirte?
-Quiero sentirme fuerte. Quiero sentir alegría de vivir.
o Preguntas para establecer los beneficios
Comenzamos la investigación con la palabra débil.
-¿Cuál es el beneficio de sentirte débil? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que se preocupan por mí.
-¿Cuál es el beneficio de que se preocupen por ti? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que me atienden.
-¿Cuál es el beneficio de que te atiendan? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Me siento amada, aceptada y respetada.
-¿Cuál es el beneficio de sentirte amada, aceptada y respetada?
-¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que me siento hermosa.
-¿Cuál es el beneficio de sentirte hermosa? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que me da autoconfianza.
-¿Cuál es el beneficio de sentir autoconfianza? ¿Cuál es el lado bueno de eso?
-Que me siento fuerte y en paz conmigo misma.
-En este caso, para sentirme fuerte y en paz conmigo misma, necesito sentirme débil.
o Descubriendo la herida original
Al escuchar la retroalimentación de la cadena neuronal, la paciente compartió que:
Tiene un hermano menor que ella, que siempre ha sido muy débil y enfermizo. Por el contrario, ella ha siempre sido muy saludable y atractiva.
Su hermano nació con fórceps cuando ella tenía tres años y quedó con deformaciones en el cráneo y problemas de retraso mental. Después del nacimiento, la madre pasó varias semanas en el hospital cuidando de él.
Mientras tanto, ella fue enviada a vivir a la casa de su abuela durante varios meses. Ella recuerda que, a partir de allí, la relación con la madre nunca fue la misma.
• Dibujando el perfil de la auto-imagen
Éstas son algunas de las decisiones tomadas a la edad de tres años, luego del nacimiento del hermano:
“Hay algo en mí que está mal, por eso no me quieren
– “Yo no soy importante”.
-“No valgo nada”.
– “Si eres débil, te quieren”.
-“Si eres fea, te quieren y te atienden”.
-“Los que me aman me dejan sin aviso”.
-“Todo lo que hago lo hago mal”.
-“Siempre me van a rechazar”.
A menudo las personas se quedan atónitas al darse cuenta de en qué medida sus vidas han sido torcidas y alteradas por estas redes neuronales aparentemente absurdas. Usualmente es fácil para ellas reconocer el origen de los patrones presentes en sus vidas y pueden experimentar un enorme alivio cuando se dan cuenta de que pueden desactivar esos patrones. Al llevar la conciencia a estas redes neuronales las falsas creencias que hay en ellas, comienzan a disolverlas, generando más energía, lo que conduce a una autenticidad y una alegría mayores.
Una invitación
Nuestro nacimiento no es sino un sueño y un olvido. El Alma gue amanece con nosotros, la Estrella de nuestra vida,
Tuvo su ocaso en otra parte. Y vino de muy lejos.No en entero olvido ni en completa desnudez, sino arrastrando nubes de gloria, venimos
De Dios, que es nuestro hogar:El Cielo nos rodea en nuestra infancia!
William Wordoworth
Mucha gente tiene una profunda sensación de felicidad o conexión cuando está en presencia de un niño pequeño. Es fácil ver a los bebés como seres amorosos y llenos de gozo.
Sin embargo, cuán fácil es reconocer esta misma esencia en un adulto? A medida que el tiempo pasa, esa luz interior parece disminuir y desvanecerse, las “nubes de gloria” parecen extinguirse con la duda, el juicio, el miedo y otros condicionamientos negativos que recibimos inadvertidamente de nuestros padres, maestros, amigos y parejas. Aun así, sin importar cuán tenue se vuelva esa luz, la verdad de quienes somos es alegría, paz y amor. Para muchos de nosotros, más allá de cuánto anhelemos esas cualidades, nada podría sentirse
más lejano a la verdad. Un estado de ansiedad o depresión inunda a muchos de nosotros. Es más fácil creer que la vida es sufrimiento que creer que somos alegría.
La humanidad está desarrollando formas cada vez más efectivas de regresar a la verdad de nuestra naturaleza innata, por fortuna CMR es uno de esos caminos, que experimenta una transformación constante para satisfacer las necesidades siempre cambiantes de la humanidad durante esta época de enorme evolución. Es tan misterioso como la vida misma. Pero, al mismo tiempo que los seres humanos están creando sus propias oportunidades de sanación, también desarrollan más formas de lastimarse unos a otros. ¿Cuál de estas dos actitudes elegiremos? Al liberarnos de la historia de nuestros problemas y adentrarnos en las respuestas físicas que tenemos a cada momento a nuestras sensaciones, pensamientos y emociones, descubrimos en nuestros propios cuerpos un portal que nos lleva
de regreso a nuestra naturaleza esencial de inteligencia divina, la misma inteligencia que recorre el universo entero. En este lugar, la inevitable transformación y sanación de nuestras experiencias desafiantes, incluso las más dolorosas o imposibles de modificar, es relativamente rápida. Para quienes ya no piensan que les sea posible sanar alguna vez sus profundas heridas y experimentar paz y alegría, hay esperanza. En nuestro cínico mundo, esto parece difícil de creer.
Pero no le creas ciegamente a nadie. Se como Buda, quien instó a sus discípulos a no creer en nada de lo que él les dijera
> por el contrario, a observar su propia experiencia. Inténtalo, de modo que tú también puedas tener la experiencia directa de una transformación y una alegría profundas. Lo único que tienes para perder es sufrimiento.