¿QUÉ ES LA FELICIDAD?
Si buscas la respuesta en el diccionario, aparecerá una definición bastante acartonada y ambigua sobre el sentirte bien al realizar una actividad. ¿Terminar un reporte difícil en una hora te da felicidad? Probablemente no, por esta razón es que el significado de felicidad es más filosófico y tiene que ver con la experiencia de cada uno de nosotros. Por ejemplo, el hecho de llegar a la meta muy por debajo a tu PR en una carrera puede darte felicidad, pero encontrar tu serie favorita en tu servicio de streaming también te lo proporciona, y si no eres corredor y no te gusta ver series, no podrías sentir la felicidad en ninguno de esos dos casos. De acuerdo al doctor Martin Seligman, psicólogo, educador y escritor norteamericano: “la felicidad se debe entender como una vida placentera, significativa y de compromiso. También debemos incorporar las ideas de que la felicidad sustenta compromiso, relaciones de calidad, éxitos y logros, dando como resultado el bienestar subjetivo”, que se puede desglosar de la siguiente manera:
• Genética y felicidad, 50% sobre 100%.
• El 10% de las circunstancias que nos rodean.
• El 40% se desencadena por las actividades que realizamos a diario.
Entiendo que eso nos refleja que la felicidad es subjetiva, va relacionada con las actividades que realizamos a diario y que definitivamente tenemos una gran carga genética en la sensación intrínseca de la felicidad.
¿QUÉ ES LA ALEGRÍA?
La alegría es un sentimiento, a diferencia de la felicidad que es una emoción, lo que hace de la alegría algo pasajero y la felicidad algo que puede quedarse impregnado en nuestra memoria. Si queremos entenderlo de manera sencilla, la alegría se expresa en un chiste y la felicidad en ese viaje que hiciste con tus mejores amigos a un maratón. Comprendiendo esto, la alegría solo juega un papel secundario en nuestras emociones y es casi un apoyo a la felicidad, pero eso no quita que no tenga satisfacción, sonrisas o un buen estado de ánimo (aunque momentáneo). ¿Podemos tener alegría al correr? Tal vez, pero será una sensación pasajera y no irá más allá–con esto no le quitamos mérito a una carrera o entrenamiento, solo que hay competencias que te dan emoción y otras que únicamente te proporcionan alegría.
LA FELICIDAD DE COMER… BIEN
Ya entendimos que probablemente comer una pizza entera después de una carrera te dará alegría, y con la indigestión que vendrá después sentirás que no fue una buena idea, pero la comida y su relación con las emociones van más allá y eso es lo que te vamos a explicar.
“La comida tiene una relación afectiva con la humanidad, es la convivencia natural entre los seres humanos (amigos, familia o compañeros de trabajo). Por ejemplo, las celebraciones religiosas involucran comida y, por ende, lleva un sesgo de felicidad”, explica Pepe Oliva, nutriólogo y entrenador certificado con práctica privada en Ciudad de México. Lo importante para nosotros como corredores o personas que llevamos un plan alimenticio es separar las emociones, principalmente la felicidad, de lo que comemos. “Es muy importante el diferenciar tu día a día y una celebración, es decir, ya hay un problema de dependencia cuando encuentras felicidad en toda la comida que ingieres”. En pocas palabras, comer comidas altas en carbohidratos o llenas de azúcar podría llenarte de alegría pero generar una ganancia de peso, o peor aún tener una relación tóxica con la comida.
Pero no todo está perdido, si tú o alguien que conoces tiene una relación emocional con la comida, es decir que come para sentirse feliz y después de hacerlo tiene una sensación de vacío puedes hacer lo siguiente para evitar caer en ese agujero emocional. “Debes distinguir si es dependencia y cuándo ocurre, nadie está exento de tener estos momentos de felicidad ante la comida, pero sí podemos saber la diferencia de esto y cuándo nos afecta en nuestra ingesta calórica”, explica Oliva. “Educar al cerebro para romper el abuso de los alimentos es difícil, pero no imposible, el punto más importante es distinguir el momento y romper el vínculo sin eliminar la carga emocional que tiene, ya que esto puede detonar en una crisis de ansiedad o preocupación constante”.
¿CÓMO HACES EL CAMBIO DE MENTALIDAD?
Ok, recapitulando un poco, comes por felicidad y quieres dejar de hacerlo, ¿cómo lo haces? Primero identifica el sentimiento que viene involucrado en la comida. Por ejemplo: comes pastel de chocolate porque era el que tu madre te daba en todos tus cumpleaños y eras el niño más feliz; primero el pastel de chocolate es un elemento, mas no la emoción, la emoción es el estar rodeado de tu familia, amigos y sobre todo de tu madre, la que seguramente organizaba todo para que estuvieras feliz. Entonces, ¿cómo recuerdas a tu mamá sin necesidad de la comida? Probablemente su perfume favorito, una prenda que siempre usaba o alguna canción que le gustaba bailar o cantar. “La comida va ligada a la infancia, principalmente a los recuerdos, si el alimento que te recuerda a tu infancia o a un estado emocional es negativo, lo que recomiendo es que se cambie por otra cosa como música, leer o cualquier aroma, el punto es disociar la comida de los sentimientos”.
También es importante entender que una buena nutrición o un plan alimenticio (no dieta, recuerda que la dieta es lo que comes todos los días y un régimen nutricional es una guía de buena alimentación), no es enteramente malo, muchas personas consideran que comer bien es algo malo y que es literalmente un castigo a tu cuerpo, cuando en realidad es una recompensa. ¿Quieres correr más rápido?, entonces deberás alimentarte mejor y fortalecer el core, no estás castigando, estás construyendo y eso no debe ser malo, así que la próxima vez que pienses en hacer un plan alimenticio piensa en que estás nutriendo a tu cuerpo y fortaleciendo tu sistema para un bien mayor, y así tu cuerpo sentirá una mayor recompensa y tendrás un bien mayor.
PREPARA TUS ALIMENTOS PARA SER FELIZ
De acuerdo con Oliva: “Es importante desligar el comer bien con el castigo, por esta razón debemos involucrar a todos nuestros sentidos a la hora de preparar los alimentos y verlos como algo atractivo que se convertirá en una recompensa”. Y dejar de pensar que estar a dieta es comer solo lechuga, recuerda que si eres corredor necesitas más proteína que una persona que hace peso libre en el gimnasio, y la lechuga y la fruta no te darán los requerimientos nutricionales que necesitas. Agregando a lo que dice Oliva, la chef
Samantha Vallejo Nájera explica que: “Una buena presentación te hace comer el plato con otro espíritu. Una misma receta o comida da más satisfacción si está bien presentada. La apariencia de los alimentos puede convertirse en un arma fundamental para aprovecharnos de su poder saciante, ya que comemos por los ojos”, y esto lo confirma el American Journal of Clinical Nutrition, en un estudio en el que las personas que comieron 99 kilocalorías en un smoothie espeso, se sintieron más satisfechas que las que ingirieron 500 calorías. Ahora sí tienes un pretexto mayor para entrar a la cocina, preparar tus alimentos y presentarlos como si estuvieras en uno de los mejores restaurantes de México.
LOS ALIMENTOS QUE TE HACEN FELIZ
Ya entendimos todo el proceso de la felicidad a través de la comida pero, ¿existen alimentos que literalmente te hagan feliz? Pues la respuesta es sí y no todos son buenos. “Todos los alimentos que suben la glucosa son los que ayudan a sentir la sensación de paz, saciedad y felicidad”, explica Oliva, entonces la pizza, el pozole y todo lo que tenga altos niveles de azúcar te harán sentir feliz, y será más fácil que los asocies con pensamientos de felicidad que comer una manzana. Si quieres hacer un cambio, entonces te recomendamos que sustituyas, obviamente comer una rebanada de pizza de vez en cuando (no te castigues), pero sobre todo incluir en tu plan nutricional los siguientes alimentos:
• Fruta, tiene altos niveles de fructosa que después se convierte en glucosa y te hará feliz. La recomendación de Pepe Oliva es ir por plátano, piña y mango.
• Cereales naturales, consume avena, trigo, maíz, incluyendo las palomitas que además de estar llenas de antioxidantes, tienen fibra y te harán feliz.
• Vegetales, principalmente los chiles y pimientos.
• Crema de cacahuate, además de ese boost de dulce, tendrás proteína y grasas buenas.
• Chocolate, recuerda que comer no es tu enemigo, puedes consumir un cuadro de chocolate de vez en cuando y s i quieres darte una palmada en el hombro puede ser al terminar tu carrera. Solo recuerda que sea oscuro, y s i es artesanal mucho mejor.
EN CONCLUSIÓN
Puedes ser feliz con la comida y encontrar tus emociones escondidas, si analizas un poco la forma en la que comes. Así que haz un poco de trabajo de introspección y piensa que la comida no es tu enemiga ni tu mejor amiga, solo un canal que te ayuda a mejorar en tus entrenamientos, carreras y que puede ser una palmada en el hombro cada que la necesites.
Los Fideos
Muchas personas creen que el origen de los fideos es italiano, pero existen variados indicios que indican que aparecieron por primera vez en China, donde desde aproximadamente 1000 años atrás ya se se preparaban fideos semejantes a los tallarines.
Si bien en Italia se preparan muy diversas variedades de pasta, en China se utilizan muchas formas de preparar los fideos, los que se acompañan con un sinfín de alimentos, salsas y acompañamientos.
El origen de los fideos es un tema de discusión entre árabes, italianos y chinos, pero la primera referencia histórica a este famoso plato fue en la Dinastía Han.
En octubre del año 2005 se descubrió el fideo más antiguo del mundo. Fue en la ciudad de Lajia, en las proximidades del Río Amarillo en Qinghai, China. Tiene una antigüedad de 4000 años y era elaborado con mijo.
Es improbable que algún país supere a China en relación a la cantidad de maneras de preparar fideos. Cada región del territorio chino cuenta con una receta diferente para su elaboración. La variedad de fideo chino más conocido es el fideo de arroz, elaborado con pasta de arroz.
Se pueden freír o cocinar al vapor, pero en realidad lo que los hace tan especiales es con qué se los prepara y cómo se acompaña el plato.
Los acompañamientos de los fideos en China pueden ser verduras, carnes, legumbres o mariscos. Generalmente, al agua que se emplea para hervir los fideos se le agrega tapioca o almidón de maíz y salsa de soja para darle un tono salado.
Existe una variedad plana del típico fideo de arroz y que se utiliza para la preparación del plato llamado Char kway teow, una expresión que significa “fideos planos fritos”. Este plato es definitivamente chino, pero se encuentra en varios países del mundo. Es muy popular en Australia, Nueva Zelanda, Malasia y Singapur.
Uno de los tipos de fideo elaborado en China es el de trigo, también conocido con el nombre italiano de Vermicelli, utilizado para acompañar un plato de sopa, un salteado de verduras o algún tipo de ensalada. Otra variedad de fideo popular chino es el Chom Chom, un tipo de fideo plano y de color amarillo que por lo general se emplea para preparar el famoso Mee pok, un plato de fideos acompañado de costillas cocidas o gambas. Y estos son breves ejemplos para las miles de recetas orientales que puedes encontrar.