¿Por qué el Arquetipo de Gretel es la Justicia ?
Porque en una familia donde se teme el abandono de quienes deben cuidarnos o se viven gestos violentos que rozan la sensación de infanticidio, y hasta la amenaza de canibalismo como metáfora de peligro inminente, puede instalarse el Personaje que expresa: ” Soy el Justiciero/ la Justiciera” y es entonces cuando funciona este paradigma.
- ¿Quién asume en tu grupo toda la responsabilidad de justicia por mano propia?
- ¿Algún episodio traumático ligado al hambre gobierna todavía la escena de tu clan y perturba la sensibilidad presente?
- ¿Quién te describe como un sujeto de armas tomar ?
- ¿Cómo y cuándo te nace el impulso de restablecer el orden familiar ante situaciones de violencia para salvar a otros o sobrevivir?
- Atravesar el bosque, burlar a la bruja, asesinarla. ¿Vale todo para salvar a alguien de mi árbol genealógico?
- ¿Cómo regresar al hogar con los bolsillos llenos de ( aprendizaje ) piedras preciosas sin torcer el propio deseo?
¿Es Gretel tu mito Personal?
No existen alternativas a la verdad, es decir, a enfrentarnos con nuestra historia personal o colectiva. Solo si conocemos nuestra historia estaremos a salvo de la autodestrucción.
Alice Miller
Dado que ya atravesaste el arquetipo de Caperucita, muchas argumentaciones sobre la lectura simbólica son parte de tu conocimiento. Pero – ya que didácticamente la reiteración siempre refuerza – habrá conceptos que volverán a aparecer en cada artículo.
Merece reiterarse que en Gretel no vamos a volver a leer la historia que conocés de los cuentos de infancia, literalmente ya no vemos a la nena abandonada en el bosque, temerosa y de la mano de su hermanito, niños que sufren el pacto asesino de los adultos y hallan la casa de dulces y turrones, anzuelo de la bruja para cazarlos indefensos.
En la lectura que proponemos intentamos des- aprender lo ya sabido, cuestionar los lugares de ” malos y buenos ” y atravesar los muros de creencias ya instaladas. Iremos desglosando las capas del arquetipo para averiguar si el de la Justicia es tu mito personal, y si “te compraste” este personaje. Es decir, procuraremos develar si acudías a ese comportamiento en las circunstancias diversas de la vida que reclaman tu participación, si asumís este disfraz tomando las riendas en soledad, resolviendo los conflictos de los otros, especialmente en el tema referido a la subsistencia y al cuidado de los más vulnerables.
Gretel es tanto la nena como el varón, conforma la suma de la fuerza femenina y la masculina ( representada por su hermano Hansel). Esta fratría aparece reflejada en la pareja de niños como una metáfora de la pareja idílica del padre y de la madre. La Justiciera encarna a la vez el arquetipo del desamparo e intemperie generado por idea de la madrastra a consecuencia de la extrema situación de hambre y exhibiendo la primitiva conceptualización que avalaba el canibalismo como ritual totémico.
Gretel no sucumbe a esta cadena de terrores inconscientes y es tanto la víctima como la heroína. Los aspectos negativos que debe atravesar exhiben su parte oscura, la sombre, de la cual emerge renacida : la salida del hecho traumático la convierte en quien pone la casa en su lugar.
Es momento de mirar introspectivamente y registrar cómo funcionás en la espesura de estos bosques. Tal vez el mensaje mudo,( a gritos en tu inconsciente ) con el mandato seguramente se viene repitiendo en tus emociones, se activa ese ” personaje ” cada vez que sentís que está en tus manos la paz perdida del clan.
Es cuando se incrusta en el sujeto el personaje de la Justicia. Y aunque sea a contra viento, encarnás el lugar de Robin Hood, de Don Quijote, de el Zorro, o de esa niña de cuento de Hadas que tal vez nunca “leíste” desde el mandato de sacar papas ( de la familia ) del fuego”. y poner la casa en orden”, como Gretel.
Otro Personaje, Otro Bosque
¿Cómo averiguar si quedaste atrapado en el paradigma de la Justiciera/ el Justiciero? Examinemos datos fundamentales. Este mito está ligado al tema de la lucha en defensa de los más vulnerables, castigados, hambreados. En defensa de los derechos del prójimo, y entre ellos el derecho fundamental a la comida, como metáfora vital, el Justiciero arriesga los límites hasta poniendo en juego la propia supervivencia.
¿Qué apego o imán o impulso a luchar por otros te generan ciertas imágenes que vivís como la ” Injusticia “? ¿Te devuelve el espejo interno alguna resonancia con los personajes que encarnan los justicieros? ¿ Con cuál miembro de tu árbol familiar hace eco ese gesto de arriesgar lo propio por el bien común?
Aunque hay mucho héroes justicieros, queremos tomar el arquetipo que habita en Gretel, porque en los personajes de infancia, se graban los efectos que nos marcan como tatuajes o grafitis. Volvamos al cuento.
La escena es conocida: dos hermanos son expulsados del hogar con mentiras. La primera idea de abandono paterno fracasa porque Hansel, muy astuto, marca con guijarros el camino de vuelta a casa: su incapacidad para abandonar el hogar queda determinada por la vuelta sobre los pasos y el regreso a la ” seguridad “. Pero la segunda tentativa de la madrastra logra el cometido. Los niños no pueden desandar sus pasos y quedan sumergidos en la encrucijada de sobrevivir o morir. No hay lobos. la vieja de la casa de dulces es la representación bestial que gobierna el mundo oscuro del bosque. Lo que expresa la malvada bruja es el eco de la madrastra que los obliga a irse del refugio y los arroja a ser buen bocado de ” lobos ” .
En la Edad Media hubo muchas Gretel
Los deseos toman la forma de comida en los cuentos campesinos, y esto nunca es ridículo
Robert Darnton
Era la Edad Media .. Hambre, pestes, fieras y abuso infantil. ” Nadie los consideraba criaturas inocentes, ni la infancia se consideraba una etapa distinta de la vida. Lejos de condenar la explotación del trabajo de los niños, parecían indignarse cuando esto no ocurría.
Si en Caperucita Roja el conflicto básico era superar los peligros de llevar alimentos a través del bosque donde aúllan los lobos, y el arquetipo de la Curiosidad logra vencer las pruebas, en Hansel y Gretel el mayor peligro no estaba afuera, sino en el mismo seno del hogar. Efectivamente el enemigo dormía con los hermanitos: las versiones más primitivas dicen que la idea del abandono es de la madre. Las siguientes alivian el impacto perverso nombrándola como la madrastra.
El monstruo era siempre el alimento escaso y el trabajo forzado hasta de los más débiles para sostener la casa. El arquetipo de la Justicia intenta reparar esas atrocidades, como los abusos que infligen los fuertes sobre los más vulnerables. Quien se identifica con este mandato se siente ” responsable ” del dolor de los otros, heredero universal del título de ” salvador” ante los oprimidos. Y sale al ataque y se cree con el “poder” de (im) poner las cosas (y la casa ) en su lugar.
Los cuentos representaban para los campesinos de ayer un recurso para ver y comprender el mundo. Esos relatos los dotaban de estrategias y recursos para hacer frente a las adversidades. Lo mismo significaron para nosotros: ya narrados por la voz materna antes de dormir o leídos en el recreo de la escuela.
La contracara del hambre es una casa de dulces: los ingredientes cambian según las versiones: ” … y al acercarse vieron que la casita estaba hecha de pan y cubierta de bizcocho, y las ventanas eran de puro azúcar”, pero con Caperucita, seguimos en la dieta sin carne y en su mayoría dulces: se trata de infantes, sin embargo con la aparición de la bruja antropófaga la dieta sí incluye carne ( humana, y de niños ). En una sociedad de facto vegetariana, el lujo de los lujos era incarle el diente a un pedazo de carnero, de puerco o de res, afirma el historiador Robert Darnton.
Recordemos algunas imágenes del texto: La decisión de abandonar a los niños porque la miseria del hogar había llegado a una instancia extrema, las migas de pan arrojadas al camino para guiar el regreso, el encuentro con la casa de turrones y chocolates de la bruja, el afán caníbal de la vieja.
Imaginemos la escena: los chicos saben que serán abandonados por falta de comida y en el infierno de la intemperie aparece lo más anhelado: alimentos y golosinas. El cuento parece decirnos que no todo lo que brilla es oro: el señuelo está al alcance de la mano y el precio se paga con el propio cuerpo.
La historia que se ha popularizado es la de los hermanos Grimm, pero como en otros casos derivan de antiguos relatos transmitidos a través de los años por vía oral.. La Edad Media conforma el contexto de la narración y en aquellos tiempos conseguir el sustento y ganarle la batalla al hambre eran temas de preocupación cotidiana, Saqueos y guerras, aldeas en peligro y niños tomados como adultos para realizar trabajos pesados, que, sino contribuían lo suficiente en la economía familiar se convertían ellos mismos en una carga. La vida era una despiadada lucha contra la muerte por doquier, en los árboles de la Francia Moderna, dice Robert Darnton, las madrastras eran comunes en las familias fragmentadas y los medios hermanos no eran vehículos extraños. Hoy, a la distancia puede resultar difícil imaginar la epopeya de una niña tan osada como Gretel, valiente y decidida, en tiempos medievales. Para acercar aquellos horizontes, los estudios sobre historia de la vida cotidiana arrijan datos que pueden ser espeluznantes. Los niños, recordemos, no eran considerados como tales sino como adultos en miniatura, el concepto de infancia no aparece tal como lo entendemos hoy. El día a día de los chicos se repartía en juego y labranza, pero eran tiempos de guerra y escasez. No faltaba un sinnúmero de apresados y muertos en cada familia, los alimentos eran saqueados, las tierras arrasadas, las aldeas incendiadas. Se vivía en medio de todo tipo de hostilidades. Ese es el paisaje social en el que surgen estos relatos, perfectas radiografías de la mentalidad en un momento histórico.
En el presente, las subsistencia parece distinta, pero el mito ha dejado grabado en el inconsciente colectivo las reacciones de nuestro cerebro más primitivo: el que se pone en alerta ante el peligro y además de buscar seguridad y alimento, rompe lanzas por otros que atraviesan la misma penuria.
El gesto de Gretel al tirar a la bruja a las llamas, donde la vieja iba a cocinarlos a Hansel y a ella – la erige como Justiciera. Y eso la carga de más de una responsabilidad : salvar a su hermano de las garras de la depredadora, y a su padre de la debilidad ante una realidad adversa…